La guerra entre Rusia y Ucrania cayó como balde de agua fría para el Chelsea de Inglaterra, ya que su dueño, Roman Abramovich, es oriundo del país invasor.
El certamen británico tomó la decisión de quitarle el control de la institución al ruso, por la relación que tiene con Vladimir Putin.
Y es que, los gobiernos de varios países en Europa rompieron relaciones económicas con Rusia, situación que afectó directamente al cuadro azul.
Esto ha puesto en jaque al actual campeón de la Premier League, puesto que las cuentas bancarias del club quedaron congeladas.
Además, las tarjetas de crédito con las que cuenta les fueron retiradas y sólo podrán utilizar 20 mil libras por encuentro, con gastos que se derivan de transporte y alimentación.
Este golpe llegó en un momento cumbre de la temporada, ya que el Chelsea está disputando la Champions League.
Además, los azules están en la tercera posición del campeonato inglés y los encuentros de visita están representando un problema económico.
Sin embargo, los jugadores están unidos, al grado de revelar que si falta dinero ellos pondrán de su bolsa, para no perder partidos de manera administrativa.
Incluso, el timonel teutón, Thomas Tuchel, bromeó un poco con la situación y dejó en claro que está comprometido con la institución, al grado de que manejaría el camión para llegar a los encuentros que les toque visitar.
A final de temporada, el Chelsea será puesto en venta, para tener una nueva administración, que rompa con la relación que formaban con Rusia.