EUGENE, Oregon, EE.UU. (AP) — La conversación sobre lo que hará Sydney McLaughlin, la sensación del atletismo, va más allá del cronómetro.
Sí, la estadounidense bajó el récord de su carrera de 400 metros con vallas en casi tres cuartos de segundo en el campeonato mundial hasta una marca antes impensable de 50,68 segundos. Pero fue su actuación en el relevo femenino de 4x400 lo que realmente puede hacer que la gente preste atención.
Los Juegos Olímpicos de París comenzarán dos años y dos días después de la clausura del Mundial de Atletismo el domingo en Eugene, Oregon. McLaughlin tiene 22 años y aún le queda mucho trabajo por hacer en las vallas, señaló. Pero también insinuó que los 400 metros lisos, o incluso los 100 metros con vallas, podrían estar en su futuro.
El futuro de la atleta será una de las historias más intrigantes de aquí a París. Lo que es seguro es que puede ser una competidora de primera línea en cualquier disciplina que elija.
McLaughlin se encargó de la primera posta para obtener la medalla de oro del 4x400 el domingo. Lo hizo con 47,91 segundos, más de un segundo más rápido que cualquier otra corredora de la carrera.
“Si quitamos las vallas, es un poco más fácil”, comentó.
Por cierto, sus 50,68 en las vallas le habrían valido para ser séptima en los 400 regulares, en los que no había que pasar por las 10 barreras.
Aquí hay otras cosas que se pueden esperar en el atletismo de aquí a las competencias en el Stade de France en 2024:
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YULIMAR ROJAS
Ahora mismo no hay quien pueda con la venezolana Yulimar Rojas en el salto triple.
Conquistó su tercer título mundial con registro de 15,47 metros, lejos de los récords del orbe que impuso durante sus últimos dos grandes eventos: los Juegos Olímpicos de Tokio el año pasado y el Mundial bajo techo efectuado en Belgrado recién en marzo.
Rojas, de 26 años, admitió que llegó a Eugene con una “preparación corta”. Se perdió una reunión atlética el mes pasado en Madrid, debido a una lesión en el psoas ilíaco de la pierna izquierda.
Tengan por seguir que seguirá insistiendo en mejorar el récord mundial de 15,67 que ella mismo fijó en Tokio.
LYLES VS KNIGHTON
El tranquilo y humilde Erriyon Knighton contra el carismático y seguro de sí mismo Noah Lyles. Esto se está convirtiendo en una rivalidad de 200 metros que podría durar bastante tiempo.
En un carril está Knighton, el joven de 18 años de Florida que podría haber sido un destacado jugador de fútbol americano, pero que eligió el atletismo. Prefiere hablar con sus zapatillas.
En otro, está Noah Lyles, dos veces campeón del mundo de 200 metros, un joven de 25 años procedente de Virginia, pero que se ha enfrentado a problemas de salud mental de forma pública y acaba de batir el récord de Estados Unidos. No tiene miedo de agitar el avispero como cuando señaló a Knighton después de ganarle en el campeonato nacional.
Ambos tienen la velocidad necesaria para ser la próxima gran rivalidad del atletismo estadounidense.
“Noah Lyles me dijo que seré uno de los más grandes del deporte”, señaló Knighton, que terminó tercero en los 200. “Se siente bien viniendo de él”.
Pero Lyles no se irá en silencio. Corrió en 19,31 segundos en la final de los 200, superando uno de los récords más sagrados de los libros: La marca estadounidense de 19,32 de Michael Johnson, que estaba vigente desde los Juegos Olímpicos de 1996.
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LA SUPREMACÍA JAMAICANA
El orden puede cambiar en el podio, pero el destino de las medallas no. Las jamaicanas siguen siendo las dueñas de los sprints.
Shelly-Ann Fraser-Pryce lideró la barrida del país insular en los 100 metros. Liderada por Shericka Jackson y su segundo mejor tiempo de la historia, la primera nación de la velocidad también se llevó el oro y la plata en los 200.
Los jamaicanos tienen una gran habilidad para ello. Cuando Usain Bolt se retiró después del Mundial de 2017, el foco de atención en la isla volvió a centrarse en las mujeres, que también habían dominado en la era previa a Bolt, con figuras como Merlene Ottey y Veronica Campbell-Brown.
“Por fin estamos recibiendo el reconocimiento que merecemos”, comentó Fraser-Pryce. “Me alegro de poder hacerlo y de demostrar al mundo que, como mujeres, somos fuertes”.
La última barrida femenina se produjo tras el 1-2-3 en los 100 metros de los Juegos Olímpicos de Tokio.
El mundo esperará a ver si Fraser-Pryce, de 35 años, aguanta dos años más. Desde luego, parecía divertirse en Oregon.
ALREDEDOR DEL MUNDO
Armand Duplantis, el pertiguista que nació en Louisiana y representa a Suecia, dice que sintió tener espacio entre él y la barra cuando logró fijar un récord mundial de 6,01 metros en el último intento de la última prueba del mundial la noche del domingo.
El noruego Karsten Warholm, cuyo récord mundial de 45,94 en los 400 con vallas se mantuvo vigente, se vio afectado por una lesión este año y quedó séptimo. De todas formas, el brasileño Alison Dos Santos fijó un récord para el campeonato mundial de 46,29. Y también cuenten con el estadounidense Rai Benjamin.