En algunas escuelas de Tampa Bay, los alumnos usan tubos de goma-espuma y esferas vibradoras para masajear sus músculos, en busca de ganar fuerza y flexibilidad. Todo es parte de un nuevo programa de educación física del quarterback Tom Brady, cuya visión de lo que es una vida saludable alimenta un imperio comercial en el campo de la salud.
El acuerdo con las escuelas del Pinellas County (Florida) representa una incursión en la educación para el mariscal de Tampa Bay y sus métodos, incluidos algunos que han sido descritos como seudociencia.
Expertos en educación física plantean interrogantes acerca de si es posible que niños de corta edad se aboquen al programa en forma sostenida. Pero hay quienes dicen que el programa, y el hecho de que esté asociado con Brady, ganador de siete Super Bowls, atrae el interés de los jóvenes en la nutrición y el cuidado de su físico.
“Siento que mis piernas están mucho más livianas, no me pesan tanto”, expresó Antoine James, del octavo grado. “Realmente ayuda”.
Partes del programa están siendo usadas en las clases de gimnasia y salud de un programa piloto en diez escuelas de este distrito de 95.000 estudiantes. La Fundación TB12, la organización caritativa de la compañía de Brady, costea la capacitación de personal y suministra el equipo.
La publicidad que esto genera, desde ya, es gratis.
Los adultos que emplean el “Método TB12”, como lo describe Brady en un libro que publicó en el 2017, pueden contratar un entrenador por 200 dólares la hora en uno de los centros de entrenamientos de su empresa. Su línea de productos incluye proteínas en polvo de origen vegetal, electrolitos y tubos vibradores que cuestan 160 dólares.
“Estoy seguro de que uno de los beneficios es que ayuda a los chicos a desarrollar el hábito de cuidar su físico y de hacer ejercicio”, comentó Karen Rommelfanger, profesora adjunta de neurología y psiquiatría de la Emory University. “¿Pero al mismo tiempo produce otra generación de consumidores de sus productos?”.
El Pinellas County planea expandir el programa a todas las escuelas middle y high school del condado el año que viene. El objetivo de la fundación de Brady es que el programa se use en otros distritos.
“Hoy por hoy nos enfocamos en clientes un poco mayores”, dijo Grant Shriver, presidente y CEO de TB12, cuya clientela tiene un promedio de 40 años. “Esto nos da una idea de cómo podemos incorporar más gente”.
“En mi infancia levantabas pesas y te alentaba saber cuánto podías levantar. Esto es algo muy diferente”, manifestó Kevin Karo, director deportivo de las escuelas públicas de Brockton (Massachusetts), que ensayó el programa en el 2020, cuando Brady jugaba todavía con los Patriots, el equipo en el que hizo casi toda su carrera. Su distrito está contratando a algunos de los miembros de TB12.
La mayor parte de las recomendaciones de Brady son de uso generalizado, incluido un énfasis en una actitud positiva, buena nutrición y dormir lo suficiente. Algunos aspectos de su programa, no obstante, generan escepticismo. En su libro, por ejemplo, atribuye su propensión a no quemarse con el sol al hecho de que toma mucha agua. Su preparador físico Alex Guerrero fue investigado por las autoridades antes de sumarse al equipo de Brady por afirmar sin sustento que un suplemento que promovía podía curar conmociones cerebrales.
Brady, quien sigue activo en la NFL y rindiendo al máximo a los 45 años, dice que su programa hace a un lado la cultura basada en el levantamiento de pesas. Favorece el uso de bandas elásticas y de algo que llama “pliabilidad”, que enfatiza la flexibilidad y los masajes.
Brady dijo el jueves que todo lo que aprendió en 23 años en el fútbol americano “puede ayudar a la gente de distintas formas”.
“Creo que empezar (a cuidarse de) joven es muy importante”, afirmó. “Y que hay que educar a la gente acerca de lo que funciona, no a hacer las cosas como se hicieron siempre”.
Los preparadores físicos vienen ensayando programas que incluyen una mezcla de pesas, flexibilidad y ejercicios de balance desde hace tiempo, según Mike Fantigrassi, director senior de desarrollo de productos de la Academia Nacional de Medicina Deportiva, que entrega los certificados de preparación física. Pero indicó que le preocupa la enseñanza de la “pliabilidad” en las escuelas como si fuese algo corroborado por la ciencia.
“Se inventaron ese término”, comentó. “Algunas de estas cosas no se sustentan en la ciencia. Para mí, lo que se enseña en las escuelas tiene que basarse en la ciencia”.
El aspecto nutritivo del programa también tiene algunos escépticos.
Brady recomienda alimentos como pimientos, tomates y berenjenas para combatir las inflamaciones. Expertos como Eric Rimm, sin embargo, dicen que las recomendaciones dietéticas de Brady son extremas y no tienen sustento científico.
De todos modos, Rimm, profesor de epidemiología y nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard, dice que la iniciativa de Brady puede tener beneficios.
“Si ayuda a hacer a un lado la dieta promedio de los chicos de octavo grado y hace que se preocupe por lo que comen, claro que va a ser mucho más saludable”, expresó. “Eso es fantástico”.
El programa no usa el libro de Brady como texto escolar, destaca Ben Wieder, miembro de la Fundación Educativa de Piniellas.
“Tom Brady come helado de aguacate. Nosotros no inculcamos a los chicos que coman helado de aguacate”, señaló.
Agregó que muchos de los elementos del programa están avalados por la ciencia y encajan dentro de las pautas educativas de la Florida. “Si lees el libro, sospecho que el 90% o 95% de su contenido está aceptado universalmente”.
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Rob Maaddi colaboró desde Tampa (Florida).
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