DOHA (AP) — Las luces del estadio 974 se atenuaron dramáticamente justo antes del descanso durante el partido del Grupo G del Mundial que enfrentó a Brasil y Suiza el lunes.
Brasil estaba a punto de cobrar un saque de esquina cuando las luces de la cancha se atenuaron lo suficiente para parar el juego. Las luces volvieron a funcionar con normalidad en cuestión de segundos y el partido se reanudó.
El estadio 974 recibe su nombre del código telefónico internacional de Qatar y es también el número de contenedores de mercancías que cubren su fachada.
La chancha está cerca del puerto de Doha y se desmantelará tras el torneo.
Mientras Neymar trabaja las 24 horas al día para recuperar su tobillo maltrecho y volver a jugar el Mundial, un Brasil terrenal le aseguró los octavos de final.
Casemiro rompió la monotonía del cero ante Suiza con un bonito gol a los 83 minutos y, con la victoria 1-0, el pentacampeón sumó seis puntos en el Grupo G. A falta de una fecha, Brasil quedó entre los mejores 16 del certamen, objetivo que ha conseguido en los últimos diez mundiales.
Suiza, con tres puntos, y Camerún y Serbia, ambos con una unidad tras empatar 3-3 más temprano, definirán su suerte en la última jornada.
El delantero del Paris Saint-Germain trabaja contrarreloj para recuperarse de una lesión de los ligamentos de su tobillo derecho que sufrió en la victoria por 2-0 ante Serbia en el primer partido de la fase de grupos y apuesta a jugar en el cruce de octavos de final. Ni siquiera asistió al partido en el estadio 974 — el de los contenedores — de Doha.
Rodrygo asistió a Casemiro y el volante la empaló con el empeine derecho a menos de diez minutos para el final.
La baja de Neymar, el segundo máximo goleador histórico de Brasil con 75 tantos, a dos del récord de Pelé, suponía un dilema. Sin él, el pentacampeón mundial podía apostar a un juego más directo, liberado de la obligación de que el balón pase por sus pies.
El técnico Tite apostó por Fred en su reemplazo y regresó a Lucas Paquetá a su puesto natural más adelantado.
Pero Brasil terminó extrañando el desequilibrio del 10 para que le resultara más sencillo penetrar la muralla de casacas rojas que le impuso Suiza.
La exuberancia ofensiva de la Canarinha — el estratega mandó al campo a Rodrygo, Antony y Gabriel Jesús en el segundo tiempo — no fue suficiente antídoto y fue el volante del Manchester United el que terminó dándole la victoria.
El único que se salió de libreto fue Vinicius Junior con sus desbordes. A los 18 asistió a Richarlison, pero al atacante del Tottenham inglés — autor de un doblete en la victoria 2-0 ante Serbia en el debut — no llegó.
A los 27 minutos, Rafinha salteó la línea defensiva de Suiza con un pase frontal para Vinicius, que completamente descuidado conectó con una tijera. El arquero Yann Sommer salvó mandando la pelota al tiro de esquina.
En la jugada ofensiva más clara de Brasil hasta el gol, Casemiro lanzó al espacio para el delantero del Real Madrid, quien definió de derecha ante Sommer. Pero gol fue anulado tras revisión del VAR por posición adelantada previa de Richarlison.
Brasil cerrará la primera ronda el viernes ante Camerún mientras prende velas para el regreso de su estrella.