SAO PAULO (AP) — Los astros pasados y presentes del fútbol brasileño son objeto de una oleada de críticas por parte de los aficionados por ausentarse del funeral de Pelé y limitarse a expresar condolencias en las redes sociales.
El exfutbolista tres veces campeón del mundo fue sepultado el martes en Santos, la ciudad donde comenzó su carrera. Durante el funeral, más de 230.000 dolientes desfilaron ante el féretro en el Estadio Vila Belmiro.
Pelé falleció el jueves pasado, tras una batalla contra el cáncer.
Muchos aficionados esperaban que exjugadores del Santos, como Neymar, Rodrygo y Giovanni, asistieran al funeral. Algunos daban también por segura la presencia de grandes exjugadores como Zico, Romário, Ronaldo, Kaká y Ronaldinho Gaucho, a quien en cambio se le vio en una playa unos 80 kilómetros al sur de São Paulo.
En las cuentas de esos exfutbolistas en las redes de socialización abundaron los comentarios de hinchas disgustados tras el sepelio.
Ninguno de los integrantes de la selección brasileña que ganó el Mundial de 2002 asistió. Uno de ellos, el exmediocampista estelar Kaká, fue criticado, pues se había quejado en diciembre durante una entrevista de que los brasileños no honran tanto como los extranjeros a sus héroes deportivos.
“Ni siquiera te apareciste en el funeral del hombre que allanó el camino para que tuvieras la vida que tienes”, le reprochó Joao Vitor Custodio en la publicación hecha por Kaká sobre Pelé, la cual generó más de 5.000 comentarios, incluidas otras críticas sobre su decisión de no acudir al funeral.
También en Instagram, Neymar publicó un mensaje de duelo por el deceso. Y un aficionado le respondió: “Es fácil decirlo, pero enviaste a tu padre y no viniste”.
Luego, el astro brasileño anuló la capacidad de que personas a quienes no sigue hicieran comentarios en esa publicación.
Ningún futbolista extranjero viajó a Brasil para el homenaje, funeral o sepelio de Pelé.
Mauro Silva, centrocampista retirado, fue el único que se presentó entre los integrantes de la selección de 1994 que ganó el Mundial en Estados Unidos. Es actualmente un ejecutivo de la federación de fútbol del estado de São Paulo.
No estaban en condiciones adecuadas para asistir algunos de los miembros sobrevivientes de las selecciones que, con Pelé, se coronaron en los mundiales de Suecia 1958, Chile 1962 y México 1970. Fue el caso de Mário Zagallo, de 91 años o de Roberto Rivellino.
Pocos aficionados parecieron creer a algunos exfutbolistas, quienes dijeron que no habían podido llegar a Santos a tiempo. Fue el caso de Cafú.
“Desafortunadamente y con mucho pesar no pude asistir al funeral de Pelé. Estaba en el otro lado del mundo, trabajando. Mis vuelos para volver a Brasil partieron apenas en las primeras horas del miércoles. Sólo puedo llegar a Brasil mañana”, comentó. “¿Eso cambia lo que siento por Pelé o lo que él representa para mí y para el fútbol en general? ¡Nunca!”.
Rivaldo, quien reside en Estados Unidos, dio una explicación distinta.
“Incluso si estuviera en Brasil no estoy seguro de que hubiera asistido al funeral”, dijo. “No me gusta rendir homenajes en ese momento. No estoy en contra de quienes lo hacen. Conocí a Pelé. Estuve con él muchas veces y tuve la oportunidad de honrarlo durante su vida”.
Entre los exjugadores distinguidos de Brasil que no asistieron a los homenajes estuvieron Ze Roberto, del Bayern Múnich; Elano, del Manchester City, y Paulo Roberto Falcao, de la Roma. Los tres tienen un vínculo con Santos.
Salvo por el caso de Santos, pocos jugadores activos o dirigentes de clubes brasileños asistieron. Todos los equipos de la máxima categoría están en su pretemporada.
La indignación de muchos aficionados creció luego que Flamengo decidió presentar a su nuevo técnico Vitor Pereira al mismo tiempo que la procesión con el féretro de Pelé, transmitida por la televisión nacional, avanzaba por la ciudad de Santos antes del sepelio.
Los dirigentes del fútbol local no suspendieron las actividades en la Copa São Paulo de Futebol Júnior, un torneo para jóvenes que atrae mucha atención en el país sudamericano.
Tampoco al funeral de Mané Garrincha, realizado en el Estadio Maracaná de Río de Janeiro en 1983, asistieron muchos futbolistas brasileños. El destacado jugador ganó dos veces el Mundial.
Pelé dijo en repetidas ocasiones que estaba demasiado consternado para asistir a funerales de amigos o familiares. Fue sepultado en el mismo cementerio donde yacen su padre Dodinho y su hermano Jair Arantes do Nascimento, en cuyas exequias tampoco se presentó el futbolista estelar.