PARÍS (AP) — Rafael Nadal se despidió a las primeras de cambio en el Abierto de Francia al sucumbir este lunes 6-3, 7-6 (5), 6-3 ante Alexander Zverev, en el que podría haber sido el último partido del 14 veces campeón de Roland Garros en su torneo favorito.
El astro español ha indicado que 2024 podría ser su última temporada antes de retirarse, pero el sábado señaló que no estaba ciento por seguro de que no volvería a jugar en el Abierto de Francia. Y lo reiteró tras su derrota el lunes, apenas la cuarta en 116 partidos en el Grand Slam en superficie de arcilla.
Cuando acabó, en una manera decepcionante, con un Nadal que no estaba a su nivel habitual tras un martirio de año y medio con una lesión en la cadera y un desgarro abdominal, el campeón de 22 Slams agradeció al público en la pista Philippe Chatrier por “la increíble energía” que le dieron durante 3 horas y 5 minutos de juego.
“Me cuesta hablar. No sé si será la última vez, no lo puedo decir al cien por cien”, dijo Nadal, cuyo hijo de año y medio de edad, Rafael, se sentó en el regazo de su madre en la grada. “No lo puedo asegurar. Pero si es la última vez lo he disfrutado”.
“Probablemente, hay un gran porcentaje de que no vuelva a jugar aquí, pero no el cien por cien”, señaló Nadal sobre un torneo en el cual sus 14 consagraciones marcan un récord.
Aunque Nadal puso en duda su participación en Wimbledon, el Slam en césped que ha conquistado dos veces y que arranca el 1 de junio, sí apuntó a la posibilidad de volver a París para el tenis de los Juegos Olímpicos que se disputarán en el complejo de Roland Garros desde el 26 de julio:
“Espero que nos volvamos a ver en esta pista en los Juegos en un par de meses. Eso me motiva y espero estar bien preparado”, señaló.
Fue la primera vez en su larga e ilustre carrera que Nadal pierde dos partidos consecutivos en canchas de arcilla y la primera vez en la que cae en un duelo previo a la cuarta ronda del Abierto de Francia.
El partido se jugó bajo techo, y los vítores a favor de Nadal por parte de los 15.000 espectadores retumbaron.
“La gente ha estado increíble y es difícil describir en palabras el amor que he sentido”, indicó Nadal.