SAINT DENIS, Francia (AP) — Noah Lyles dijo que no se tomaría a la ligera la final de los 100 metros de los Juegos Olímpicos y así fue. Es el hombre más rápido del planeta.
Después de avanzar a la final sin mostrar lo mejor de sí, el estadounidense cantó victoria por apenas cinco milésimas de segundo, teniendo que esperar 30 segundos tras el final de un apretadísimo sprint para que se confirmara que había superado al jamaicano Kishane Thompson.
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Lyles cerró con potencia los últimos 10 metros para marcar un tiempo de 9.79 idéntico al de Thompson, quien se quedó con la plata. Todo se definió con una foto.
El estadounidense Fred Kerley se apoderó de la presea de bronce con 9.81.
La victoria de Lyles regresa a Estados Unidos a lo más alto del podio en la prueba reina del atletismo por primera vez desde Atenas 2004 cuando Justin Gatlin ganó la medalla de oro.
Lyles, de 27 años y bronce en los 200 metros en Tokio hace tres años, logró su primera medalla de oro en unos Juegos Olímpicos.
Llegó a sus segundos Juegos Olímpicos como una de las grandes atracciones, especialmente luego de ganar tres medallas de oro en el Mundial de Budapest, donde culminó en lo más alto del podio en los 100 y 200 metros, además en el relevo 4x100.
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En París buscará repetir ese triplete y además agregar una medalla más en el relevo 4x400 para emular los cuatro oros en una sola justa veraniega que logró Carl Lewis, quien ganó un cuarto oro en el salto largo, además de los 100, 200 y el relevo.
La siguiente prueba del estadounidense será a partir del lunes en las rondas clasificatorias de los 200.