Los Juegos Olímpicos de París 2024, fueron testigos de un momento histórico para el tenis femenino, cuando Zheng Qinwen, la joven promesa china de 21 años, se coronó campeona olímpica tras vencer a la croata Donna Vekic en una final que quedará grabada en la memoria de todos los amantes del deporte blanco.
Con un juego sólido y contundente, Zheng demostró por qué es considerada una de las mayores promesas del tenis mundial, su potente servicio y sus precisos golpes de fondo fueron imparables para Vekic, quien no pudo encontrar la fórmula para frenar el arrollador ritmo de la tenista china.
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Esta victoria no solo representa un hito en la carrera de Zheng, sino también un antes y un después para el tenis femenino chino, Li Na, la primera tenista asiática en ganar un Grand Slam, fue una inspiración para toda una generación de tenistas chinas, y Zheng se ha convertido en la nueva figura a seguir.
“Siempre he admirado a Li Na y he soñado con alcanzar sus logros”, afirmó Zheng tras el partido. “Hoy he dado un paso más hacia ese objetivo y estoy muy orgullosa de poder representar a China en lo más alto del podio”.
Zheng expresó su deseo de inspirar a las jóvenes asiáticas a amar y practicar el tenis. “Siempre he querido ser una de las asiáticas que inspire a las jovencitas y que les haga amar más el tenis, porque es un gran deporte, especialmente para las niñas. Hay que pelear, tener fortaleza y ser rápida”, declaró después de su victoria. Con este oro olímpico, siente que puede jugar de manera más relajada y disfrutar más del deporte.
La victoria de Zheng en París 2024 es un claro ejemplo de cómo el tenis femenino está viviendo una época dorada, con una nueva generación de talentosas jugadoras emergiendo, el futuro del deporte blanco se presenta más brillante que nunca.