NUEVA YORK (AP) — Francisco Alvarez busca desesperadamente los grandes momentos. Y cuando llegan, los disfruta.
“Casi echa espuma por la boca para vivirlos”, dijo Brandon Nimmo, su compañero en los Mets de Nueva York. “La forma en que camina en la caja de bateo, sus ademanes y el lenguaje corporal cuando está ahí y hace un swing antes de dar unos pasos hacia atrás me dicen que desea estos momentos y quiere aprovecharlos”.
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El venezolano de 22 años, cátcher titular y quien está enfrascado por primera vez en la lucha por un título divisional, conectó un jonrón en el segundo inning y un doble como parte de un racimo de tres anotaciones en el séptimo, para que Nueva York venciera el sábado 6-3 a los Filis de Filadelfi.
Los Mets siguieron dos juegos encima de Atlanta en la lucha por el tercero y último pasaje de comodín a los playoffs en la Liga Nacional.
Álvarez suma cinco vuelacercas en sus últimos ocho juegos de inicio, luego de conectar dos en los 45 anteriores. En cuatro duelos de septiembre ha producido tres carreras.
“Él ha trabajado realmente duro detrás del escenario durante meses, y finalmente le está dando frutos”, dijo el manager venezolano de los Mets, Carlos Mendoza. “Es un tipo que, cuando tenía dificultades, era el primero en llegar al campo, ya fuera en casa o en las giras. Bateaba en el campo y en las jaulas, miraba videos, hablaba con los coaches. Así que no creo que esto sea algo que él ha logrado de la noche a la mañana”.
Menos de dos años después de debutar en las Grandes Ligas el 30 de septiembre de 2022, Álvarez ha sido clave para el resurgimiento de los Mets. Nueva York ha ganado 17 de sus últimos 22 juegos y tiene una foja de 64-36, luego de comenzar con 22-33.
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El 29 de mayo, estaba a seis juegos de la posición que otorgaba el último boleto de comodín a la postemporada
Álvarez vive los juegos con intensidad. Tiene las palabras “El Mejor” tatuadas en mayúsculas sobre la parte inferior de su cuello. Y, antes de cada encuentro, se pinta una cruz negra en cada pómulo, en vez de las líneas horizontales que prefieren casi todos los peloteros.
Comenzó a pintarse esas grandes marcas el año pasado, como una forma de recordarse a sí mismo que debía adoptar una actitud competitiva.
“Es algo que tengo que hacer antes del juego”, refirió. “Siento que así me concentro”.
Álvarez batea para .238 con 11 jonrones y 44 impulsadas en 94 encuentros.
“Es invaluable, no sólo por lo que hace en el terreno, sino por su persona y por ese deseo de buscar el gran momento", comentó Nimmo.
Después de que Kyle Schwarber abrió el encuentro con un jonrón por 15ta vez en esta campaña, su mejor marca, Álvarez igualó la pizarra en la segunda entrada, por medio de un leñazo de 113,8 mph. Fue su undécimo jonrón en la temporada y su quinto en nueve juegos.
Sus 37 vuelacercas antes de los 23 años le permitieron igualar al boricua Iván Rodríguez, con la segunda mayor cantidad entre los receptores, detrás de los 87 de Johnny Bench.
Un sencillo productor de Nimmo en el séptimo episodio colocó a los Mets adelante por 3-2. Álvarez se estiró en busca de un lanzamiento de Orion Kerkering a la parte baja de la zona de strike y, con una mano en el bate, elevó la pelota, que cayó apenas fuera del alcance de Weston Wilson entre el jardín izquierdo y el central.
Álvarez llegó de pie a la intermedia y levantó los dos brazos para festejar.
“Me siento muy bien”, enfatizó. “Me siento más poderoso, como el año pasado, cuando lo estaba haciendo bien”.
Una multitud de 44.152 espectadores acudió al Citi Field. Fue apenas la cuarta vez que el parque se llenó en esta campaña, luego del día inaugural y de un par de duelos de la Serie del Subway ante los Yankees.
Este domingo, el último juego de la serie de cuatro será también el encuentro final de los Mets en la campaña regular, antes de una gira por Atlanta y Milwaukee.
“Esperamos estar de regreso acá este año y disputar más juegos aquí”, dijo Mendoza.