Es asistente de un equipo de voleibol universitario y, en 2009, venció el cáncer, batalla que cada año recuerda al vestir de rosado en apoyo a pacientes como ella.
Fue en un examen casero, en 2004, que Maribel Agosto se detectó una masa en el seno. Esa misma semana, visitó a su médico, quien le confirmó el diagnóstico. La acción fue rápida, pues fue diagnosticada un miércoles y ya el lunes estaba en el quirófano. Luego de la operación, comenzó las quimioterapias. Tomaba cuatro sesiones cada 21 días y las radioterapias, que fueron 39 en total. Estuvo bajo medicamentos por cinco años hasta finalmente vencer el cáncer.
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La asistente del equipo de voleibol femenino del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPRRP) y también maestra de educación física, decidió, desde el 2013, apoyar la lucha contra el cáncer de seno, vistiendo a sus jugadoras y cuerpo técnico de rosado en el mes de octubre; mes de la concienciación sobre este cáncer que afecta tanto a mujeres como a hombres. Lo que describió como su “aportación” a la causa.
“Cuatro años después de pasar por el proceso, decidí hacer lo de las camisetas. De ahí para acá, todos los años mi aportación es darles las camisetas a los jugadores y jugadoras, y jugar durante todo el mes de octubre con las camisetas rositas”, explicó Agosto en entrevista con Metro Puerto Rico.
Por los pasados diez años, ha mantenido la iniciativa con la autorización de la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI).
“Yo llego con las camisas y les digo ‘vamos a jugar durante todo el mes de octubre’. Los jugadores y las jugadoras lo esperan y preguntan; yo digo ‘mientras estemos en la universidad, jugaremos con las camisas rositas”, destacó la entrenadora.
Agosto recordó que no se derrumbó cuando le dieron su diagnóstico, y enfrentó el cáncer con serenidad. Intentó no alejarse de su vida diaria.
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“Lo acepté, no me derrumbé, ni permití que mi familia lo hiciera tampoco. El proceso más difícil de las quimioterapias es cuando se te cae el pelo. Yo tomaba mis quimioterapias por decir… un jueves, tomaba libre viernes y el resto del fin de semana para recuperarme, ya lunes estaba trabajando”, indicó.
La experiencia también le sirvió para motivar a sus jugadoras en la cancha a afrontar los desafíos que se presentan, por ejemplo, en una serie de postemporada. “La palabra clave que utilicé… estábamos en una serie contra Mayagüez y perdimos el primer juego y en el camerino les dije: ‘se perdió un juego no una batalla y la mejor batalla que yo les puedo mostrar a ustedes es que yo vencí el cáncer, que es más difícil que ganar un juego en una cancha’ y así fue. Le ganamos la serie a Mayagüez y pasamos a la siguiente serie”, contó.
Agosto enfatizó en la importancia de la prevención y el chequeo rutinario. “Tanto el hombre como la mujer pueden padecer del cáncer de mama, pero en la prevención está todo. Si uno se mantiene haciéndose los exámenes, como me paso a mí, que fue detectado bien rápido”, puntualizó.
La asistente continúa este mes de octubre con la iniciativa de las camisetas rositas con sus jugadoras y jugadores en apoyo a los pacientes del cáncer de seno.