La salud mental va alineada con la física, pero sin el balance adecuado, podría desencadenar trastornos como la dismorfia muscular, un tipo de condición que hace que el individuo perciba su cuerpo como “demasiado pequeño o insuficientemente musculoso”.
La dismorfia muscular, también conocida como vigorexia, es una subcategoría del Trastorno Dismórfico Corporal. Este diagnóstico se caracteriza por una distorsión cognitiva de la imagen corporal, es decir, la imagen mental de la propia persona hacia su cuerpo.
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“Las personas con dismorfia muscular (DM) presentan una preocupación constante respecto a su cuerpo, tal como sucede en la dismorfia corporal. La DM se diferencia en que la preocupación va focalizada a percibir el cuerpo demasiado pequeño o insuficientemente musculoso”, explicó la licenciada en consejería psicológica Amanda Pérez Cabrera.
Esta condición afecta principalmente a hombres, aunque en Puerto Rico no existen estadísticas sobre cuántas personas la padecen, según Pérez Cabrera.
“La literatura científica indica que entre el 1.7% y el 2.4% de los individuos cumplen con criterios del diagnóstico dismórfico corporal. Respecto a las estadísticas concernientes a los hombres puertorriqueños con DM, al momento, no se ha explorado a profundidad”, apuntó.
Las redes sociales han impulsado la cultura fit y la buena alimentación con la aparición de nuevos influencers del fitness, lo que ha desatado una nueva problemática de “presión social”, según Diego Torres, miembro de Masculinidad 98, una plataforma dedicada a la salud mental masculina.
“Ciertamente, la actividad física tiene muchos beneficios para la salud en general, no solo en términos de longevidad, sino que también en la prevención de condiciones como la diabetes, condiciones cardiovasculares y el buen estado del bienestar mental. Es importante reconocer que las redes sociales están aquí para quedarse. Es por eso por lo que un uso consciente de ellas conlleva el reconocer que las redes sociales nos exponen, en gran medida, a los highlights (momentos destacados) de las vidas de otras personas, cosas que quieren que veamos sobre ellos, que usualmente no acapara el proceso de creación de este y los momentos difíciles que pasan”, manifestó Torres.
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Para trabajar con este tipo de problemática, el portavoz explicó que es necesario educar sobre las realidades y diversidades corporales. Esto conlleva desarrollar la concepción de que los cuerpos de los influencers no siempre son representativos de la realidad.
Por su parte, José Lázaro, creador de Masculinidad 98, detalló los síntomas que pudieran presentar los hombres con vigorexia.
“Las señales incluyen: preocupación constante por la apariencia muscular y tamaño del cuerpo, entrenar más allá de lo recomendado, dietas estrictas enfocadas en aumentar la masa muscular con alto consumo de proteínas y suplementos, uso de esteroides u otras sustancias para incrementar la musculatura, mirarse frecuentemente en el espejo y compararse con otros, sentimientos de insatisfacción constante con el propio cuerpo, a pesar de tener una musculatura desarrollada, aislamiento social y descuido de otras áreas de la vida debido al enfoque excesivo en el ejercicio y la dieta”, señaló Lázaro.
A su vez, los hombres que padecen de vigorexia pueden no darse cuenta de su condición, al buscar formas de “racionalizar” el problema, conforme a la doctora en psicología clínica escolar y deportiva Jackeline Rosado.
“Es posible que un hombre tenga vigorexia sin ser plenamente consciente de ello. Los hombres con vigorexia pueden racionalizar su comportamiento como una búsqueda de salud o condición física óptima, sin reconocer que su obsesión ha cruzado una línea hacia un trastorno mental”, explicó Rosado.
Incluso, la doctora recalcó que este trastorno pudiera tornarse más serio, causando “daños físicos o pensamientos suicidas”.
Rosado destacó que existe tratamiento. “La terapia más efectiva es la cognitivo-conductual, que ayuda a cambiar pensamientos distorsionados y comportamientos problemáticos. La recuperación es posible sin dejar de hacer ejercicio. Se recomienda hacer ejercicio de manera equilibrada, enfocándose en la salud. Es importante tener expectativas realistas, evitar comparaciones en redes sociales, y buscar apoyo emocional y profesional si hay signos de preocupación por la imagen corporal”, puntualizó Rosado.