MADRID (AP) — El entrenador de la selección masculina de España, Luis de la Fuente, declaró ante un juez en el juicio de Luis Rubiales que no se involucró en las discusiones relacionadas con Jenni Hermoso tras el beso que le dio el exlíder del fútbol español durante la ceremonia de premiación de la final de la Copa Mundial Femenina de 2023 en Sídney.
Rubiales está acusado de agresión sexual por besar a la delantera, así como de coacción por supuestamente intentar convencer a Hermoso para que apoyara su versión del beso. La jugadora dice que no consintió el beso mientras que Rubiales asegura que fue consensuado.
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De la Fuente dijo el martes durante su breve comparecencia en el tribunal que habló con Hermoso hace unos dos meses durante una gala. Estuvo en la final de la Copa Mundial femenina en Australia pero dijo que no tuvo ninguna discusión con los dirigentes de la federación española sobre el beso y los supuestos intentos de apoyar a Rubiales.
Rubiales, de 47 años, y otros tres empleados de la federación —el exentrenador de la selección femenina Jorge Vilda, el exdirector deportivo del equipo masculino de España Albert Luque y el exjefe de mercadeo Rubén Rivera— han sido acusados de presionar a Hermoso para que defendiera públicamente a Rubiales en un comunicado después del incidente, lo cual ella se negó a hacer.
“Yo no escuché nada de hacer un comunicado. Rotundamente no", dijo De la Fuente.
El entrenador dijo que cuando acudió a la sede de la federación, en los días posteriores al escándalo, fue sólo “para hablar de fútbol” y asuntos relacionados con su cargo como entrenador nacional masculino.
La semana pasada, De La Fuente renovó su contrato con el la selección absoluta hasta 2028.
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El juez se mostró enojado en un momento el martes con el testimonio del exjefe de prensa de la federación, Pablo García Cuervo, pidiéndole que fuera más claro con sus respuestas.
Cuervo dijo que redactó algunos comentarios de Hermoso a una estación de radio local para difundirlos en los medios. Dijo que Hermoso preguntó si querían que hiciera un video con los comentarios, y él dijo que no era necesario.
Hermoso testificó el primer día del juicio el lunes y dijo que se “sintió irrespetada” por Rubiales después de ganar la final de la Copa Mundial Femenina y que el beso “manchó uno de los días más felices de mi vida”.
El beso provocó indignación en España sobre la prevalencia del sexismo en el deporte y otras esferas.
Rubiales aún no ha testificado y negó los cargos. Renunció bajo presión tres semanas después y fue prohibido por la FIFA por tres años. Rubiales había dicho que era víctima de una “cacería de brujas” por parte de “falsas feministas".
Los fiscales, Hermoso y la asociación de jugadores de España quieren que Rubiales sea encarcelado por dos años y medio, multado con 50,000 euros (51,800 dólares) por daños y prohibido de trabajar como funcionario deportivo. Quieren que los otros tres acusados sean condenados a un año y medio de prisión.
El juicio continuará el miércoles. Se espera que dure al menos 10 días. Rubiales asistió el primer día el lunes.
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