El excampeón mundial superligero Subriel Matías hizo vibrar anoche a su gente en Fajardo, Puerto Rico, al sumar otro nocaut a su impresionante historial. La noche del sábado, en el Coliseo Tomás Dones, el boricua derrotó por nocaut técnico en el octavo asalto al mexicano Gabriel Gollaz Valenzuela, asegurando así su posición como retador obligatorio del campeón de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), Richardson Hitchins.
La pelea se detuvo a los 2 minutos y 55 segundos del octavo asalto, cuando Valenzuela cayó de rodillas tras recibir una combinación de derecha e izquierda. Aunque intentó reincorporarse, el árbitro decidió que no podía seguir, decretando el final de la contienda. Matías, fiel a su estilo agresivo y sin frenos, celebró su victoria ante el estruendoso apoyo de su fanaticada.
Un ritmo sofocante desde el campanazo inicial
Desde el primer asalto, Matías dejó claro que no iba a dar respiro. Salió decidido a imponer su ritmo, caminando hacia adelante y conectando golpes de poder. Valenzuela trató de boxear en movimiento, pero en el segundo asalto se vio obligado a intercambiar, permitiendo que Matías aterrizara sus ganchos con ambas manos, desatando la locura entre los presentes.
El tercer round fue de pura candela, con ambos fajándose en la corta distancia. Valenzuela comenzó a mostrar signos de castigo, con enrojecimiento bajo el ojo derecho. Sin embargo, se mantuvo firme y respondió con valentía. Matías, sin embargo, cerró el asalto con una ráfaga de golpes que hizo estallar el recinto en ovaciones.
Para el cuarto asalto, la presión constante del boricua ya había pasado factura. Valenzuela comenzó a sangrar por el ojo derecho y su lenguaje corporal delataba signos de fatiga. El médico revisó al mexicano antes del quinto asalto, pero dio luz verde para que la pelea continuara. En un giro inesperado, Valenzuela tuvo su mejor momento en ese round, pero Matías jamás bajó el acelerador y siguió machacando con golpes precisos.
En el sexto episodio, Matías siguió con su asfixiante presión, desgastando poco a poco a su oponente. Aunque el mexicano disminuyó su volumen de golpeo, su resistencia no mermó y se negó a rendirse. Antes del inicio del séptimo round, el árbitro volvió a llamar al médico para evaluar la herida de Valenzuela, lo que llevó a una conversación extendida con el peleador. Aun así, la batalla continuó.
El octavo asalto fue la sentencia. Matías descargó una combinación brutal, enviando a Valenzuela de rodillas. Aunque el mexicano trató de levantarse, el árbitro intervino y decretó el nocaut técnico. La arena explotó en aplausos mientras Matías alzaba los brazos en señal de victoria.
Con este triunfo, el fajardeño mejora su récord a 22-2, manteniendo su impresionante 100% de nocauts (22 KOs). Por su parte, Valenzuela cae a 30-4-1 (17 KOs).
