La exenfermera de Amber Heard, Erin Falati, habló en la tercera semana del juicio que tiene la actriz con su ex esposo, Johnny Depp, declarando que Heard habría informado a la especialista que tenía “adicción al alcohol y la cocaína”.
La declaración de la ex enfermera personal de la actriz fue dada en una videollamada pregrabada el 4 de febrero de este año, donde fue cuestionada sobre las notas que escribió en septiembre de 2014.
Falati, que trabajó con la pareja (a diferencia de la psicológo Hughes que sólo trabajó con Heard), testificó que conoció a la actriz de Aquaman en agosto del 2014. En una de sus notas, Falati reflejó que Heard enfrentó “dificultades con problemas de celos y ansiedad en torno a la fama del prometido y la capacidad de interactuar con mujeres a menudo”.
En otra nota, Falati escribió que Heard se “frustró” durante una cena en un restaurante, y agregó que sus “mecanismos de defensa anteriores” incluían “ira impulsiva y gritos”.
Heard la habría informado de una “adicción a la cocaína y el licor”
Las notas de la enfermera alegan que Heard había informado “abuso de sustancias, incluida una adicción a la cocaína y el licor”, pero que en ese momento llevaba un “par de años” sin consumir cocaína.
“La clienta admite antecedentes de ansiedad, trastorno alimentario, trastorno por déficit de atención, trastorno bipolar, problemas de codependencia e insomnio ocasional”, afirman las notas de Falati.
Falati también testificó que en mayo de 2016, cuando la pareja se separó, Heard le envió fotos de su rostro a Falati, aunque esta aseguro que no recordaba haber visto ninguna lesión en Heard cuando regresó de Australia, viaje en el que Johnny Depp alega haber perdido parte de su dedo a causa de Heard arrojándole una botella de vodka.
La enfermera privada agregó que no podía recordar si Heard buscó recibir atención médica de ella tras haber vuelto de Australia, en lo que el equipo legal de Amber había catalogado como una “situación de rehenes de 3 días”.
