SAN SEBASTIÁN (AP) — La cinta colombiana “Los reyes del mundo”, de la directora Laura Mora, sobre cinco chicos de la calle que viven en Medellín y emprenden un viaje en busca de la tierra prometida, se llevó el sábado la Concha de Oro a la mejor película en el Festival de Cine de San Sebastián.
El japonés Genki Kawamura obtuvo el premio a mejor dirección por su ópera prima “Hyakka”, sobre los recuerdos y experiencias de una mujer que padece de demencia y su hijo. La Concha de Plata, a mejor interpretación protagonista, se entregó ex aequo a dos actores jóvenes: Carla Quílez de la cinta española “La maternal” y Paul Kircher de la francesa “Le Lycéen”.
“Los reyes del mundo” es una coproducción de Colombia, Luxemburgo, Francia, México y Noruega. Al recibir el premio para el filme, Mora agradeció al reparto por haberle enseñado “todo acerca de la vida y sus dificultades” y mostró su esperanza en que la película sirva para “entablar un diálogo y pensar un mundo más justo”.
La crítica ya la había situado como una de las películas más destacadas del festival y el jurado, presidido por el productor argentino Matías Mosteirín, lo confirmó esta noche. Es el tercer año consecutivo en el que una película dirigida por una mujer se lleva el premio más importante del festival realizado en el norte de España.
Mora definió su filme como una historia de “desobediencia”, una cualidad que “es necesaria en un mundo tan difícil”, señaló. En la película, Rá, Culebro, Sere, Winny y Nano viven en un entorno hostil ante el que se rebelan y muestran como la amistad y la dignidad les permiten salir adelante.
“Esta película ha supuesto un esfuerzo enorme para mí, ha sido muy difícil hacerla. Este premio es un espaldarazo. Esta película es un viaje loquísimo, muy ‘punk’, en el que al final del mismo se encuentra la belleza, el amor y la solidaridad”, incidió la realizadora.
Mora, nacida en Medellín en 1981, debutó en la gran pantalla con “Matar a Jesús”, que logró un gran éxito de crítica en 2017. “Los reyes del mundo” es el segundo filme de la directora, quien lo coescribió con María Camila Arias.
Kawamura agradeció a su abuela al recibir su premio a mejor dirección.
“Es mi primera película, no esperaba obtener un premio con ella”, dijo el cineasta. “Se lo agradezco a mi abuela; ella ya no está entre nosotros, pero su experiencia me inspiró en esta película”.
“La maternal”, el filme que le mereció el premio a mejor interpretación a Quílez, describe las vivencias de varias adolescentes embarazadas.
Son jóvenes “guerreras y luchadoras”, dijo la joven actriz, quien, sin formación profesional previa, debutó con Palomero, una directora en ascenso.
“Espero que la película sirva para abordar un tema como este, del que no se habla mucho”, señaló Quílez. “Esta es una película sobre las madres, y yo quiero darle las gracias a la mía por todo lo que hace por mí”.
“Le Lycéen”, por la que fue premiado Kircher, cuenta con la actuación estelar de la galardonada con el Premio Donostia en la actual edición de San Sebastián, Juliette Binoche. Presenta a Lucas, un chico de 17 años que vive solo con su madre y lucha para reconquistar la esperanza y el amor.
El galardón del público fue para “Argentina, 1985”, de Santiago Mitre, protagonizada por el astro bonaerense Ricardo Darín. El filme relata el juicio civil contra las juntas militares de la última dictadura de Argentina.
“Resulta particularmente bello que una película que habla de democracia haya ganado una votación del público”, expresó Darín, quien también produce el filme. “En un momento tan complejo como el actual, en el que parece que triunfan discursos lejanos a la democracia”.
Otros cineastas argentinos fueron premiados durante la noche. El premio a la mejor interpretación de reparto fue para la joven Renata Lerman por su papel en “El suplente”, de Diego Lerman, y el de mejor fotografía recayó en Manuel Abramovich por “Pornomelancolía”.
El premio especial del jurado fue para “Runner” de la estadounidense Marian Mathias.
Horizontes Latinos, la sección que premia a las mejores películas latinoamericanas, galardonó a la cinta “Tengo sueños eléctricos”, de la directora costarricense Valentina Maurel, sobre un difícil reencuentro entre una hija y su padre. La realizadora destacó que “existe una nueva generación de cineastas” en su país, razón por la que reclamó al gobierno que detenga “los recortes a la cultura”.