Miles de mujeres son presionadas por la sociedad para convertirse en madres, algo de lo que no escapó la actriz, Jennifer Aniston.
Desde que se casó con Brad Pitt a principios de los 2000, empezó a sentir los señalamientos de la falta de hijos de la pareja e incluso, cuando la relación acabó, se le pintó como la villana por no “querer darle un hijo” al actor.
Ahora, casi dos décadas después, la famosa abrió su corazón para revelar la razón por la que no es madre: problemas de infertilidad, los cuales no la hacen menos valiosa como mujer ni como persona.
Jennifer Aniston confiesa que luchó contra los problemas de fertilidad y deseó ser madre
El escrutinio público, los rumores de embarazo, las teorías sobre su separación, la presión por ser o no ser madre... Todo eso vivió en carne propia la protagonista de Rachel, en la famosa serie Friends.
“Estaba tratando de quedar embarazada. Fue un camino desafiante para mí, el camino de hacer bebés”, dijo la estadounidense a la revista Allure.
“Todos los años y años y años de especulación... Fue realmente difícil. Estaba pasando por una fecundación in vitro, bebiendo tés chinos, lo que sea. Le estaba tirando todo. Habría dado cualquier cosa si alguien me hubiera dicho: ‘Congela tus óvulos. Hazte un favor’. Simplemente no lo piensas”, expresó la intérprete de Una esposa de mentira al mismo medio.
De esta manera, Jennifer Aniston desmiente las teorías de que nunca quiso tener hijos para priorizar su carrera y además echa por tierra aquellas narrativas que la hicieron ver como “egoísta” por decidir sobre su cuerpo.
“Fueron mentiras absolutas las historias de que yo era simplemente egoísta y que solo me importaba mi carrera. Y la razón por la que mi esposo me dejó (Brad Pitt), por qué rompimos y terminamos nuestro matrimonio, fue porque no le daría un hijo”, dijo.