Así como ocurre cuando un líder religioso asume el cargo de sumo pontífice, los concursos de Miss Estados Unidos y Miss Puerto Rico tienen su protocolo a seguir cuando una de ellas se corona como Miss Universo.
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El mencionado protocolo trata de que la primera o segunda finalista del concurso, donde ganó la que también triunfa en Miss Universo, asume el título, corona y los compromisos como reina local por unos meses. Es decir, que no se trata de una renuncia, sino que automáticamente la corona de Miss Estados Unidos o Miss Puerto Rico queda vacante y se corona a una finalista.
En el caso de R’Bonney Nola Gabriel, quien ganó Miss Universo 2022, celebrado hace unas semanas en Luisiana, Estados Unidos, sería sustituida por Morgan Romano, primera finalista en Miss USA 2022, celebrado en noviembre del año pasado.
Romano, quien representó a Carolina del Norte en el dicho certamen, será coronada proximamente y asumirá el trabajo y los compromisos de Miss USA 2022.
En Puerto Rico también coronan a las finalistas tras ganar Miss Universo
Esto no es nuevo en la isla ya que en las últimas dos ocasiones que una boricua ha ganado Miss Universo, la organización ha adoptado el mencionado protocolo.
En el caso de Denise Quiñones August, quien ganó Miss Universo 2001 en mayo de ese año en Bayamón, la delegada de Añasco, Joanna Treviño, se convirtió en Miss Puerto Rico Universe 2001. Treviño fue primera finalista en el concurso que ganó Denise en la isla.
Mientras, la ponceña Marilyn Bartolomei Balay, segunda finalista de Miss Puerto Rico Universe 2006, asumió el título local que dejó vacante Zuleyka Jerris Rivera luego de triunfar en Miss Universo 2006, realizado en julio de ese año en el estado de California.
Bartolomei sustituyó a Zuleyka ya que la primera finalista de ese año, la yaucana Lorenia Delgado, no estaba disponible para asumir el rol de reina boricua.
Cabe destacar que las finalistas solo ostentan por unos meses el título local ya que se hace otro concurso, de donde sale la representante del país en la próxima edición de Miss Universo. Es decir, las finalistas que sustituyen a la reina universal no compiten en el certamen internacional.
