Mariah Angeliq, “la Princesa de Miami”, lanza su nuevo sencillo “RICOTA”, que rápidamente se convertirá en el próximo himno de amor propio y empoderamiento femenino. La canción celebra el camino para convertirse en toda una jefa, abrazando la propia belleza y sin pedir disculpas por ser quien eres. Mariah finalizó el Festival GRLS en Brasil el fin de semana pasado; fue la única artista de habla hispana presente y la única artista que representó al género del Reggaeton.
Al crecer, Mariah enfrentó muchos desafíos, pero a través del trabajo duro y la dedicación, se ha convertido en una de las artistas jóvenes más exitosas de la industria musical latina. A pesar del éxito, también ha sido objeto de críticas públicas por su aumento de peso. Sin embargo, en lugar de esconderse o victimizarse, ha decidido abrazar sus raíces y dedicar su tiempo a convertirse en la mejor versión de sí misma.
Con “RICOTA”, Mariah espera inspirar a las mujeres de todas partes a estar orgullosas de quiénes son y a amarse incondicionalmente. El ritmo optimista de la canción y las letras de empoderamiento son un reflejo perfecto de la confianza que la artista revela, sin pedir permiso ni disculpas.
El video musical que acompaña la canción es una celebración de la herencia cubana y puertorriqueña de Mariah, y de la libertad que viene con ser una mujer fuerte y segura de sí misma. El video proporciona una reflexión visual de la Diosa interior de la artista que captura perfectamente su potencia como mujer. Una representación del mensaje de empoderamiento de “RICOTA” que seguramente resonará con los y las fans de Mariah e inspirará a nuevas oyentes también.
Con este nuevo sencillo, Mariah ha afianzado su estatus como un verdadero icono del empoderamiento femenino en la música latina y ha demostrado una vez más que tiene el talento, la creatividad y la visión para romper barreras e inspirar a audiencias de todo el mundo. A medida que continúa creciendo y evolucionando como artista, Mariah seguramente inspirará a las personas a amarse a sí mismas y a abrazar su propio poder.