Cine

Mirada a la experiencia migratoria que pasa por lo bajo

El filme Pies en la arena estrena hoy en la isla.

Una mujer aparece sentada en la arena, mirando hacia el mar, a la vez que un hombre camina a lo lejos en dirección del agua.
Película: Pies en la arena Pies en la arena examina la historia de migrantes en San Juan. En la foto, una escena del filme. (Suministrada)

PUBLICIDAD

Desde el primer plano de la coproducción puertorriqueña-dominicana Pies en la arena, que estrena hoy en Puerto Rico, quedamos sumergidos en una de las miles de historias que conocemos, pero pocas veces resaltamos.

La cámara va recorriendo en la noche las desoladas calles de algún punto del área metropolitana de San Juan, donde se esconden poderosas historias de hermanos caribeños que buscan un mejor porvenir.

PUBLICIDAD

La segunda producción del cineasta Gustavo Ramos Perales narra la historia de Toña, (Judith Rodríguez) una mujer dominicana que huye de un pasado abusivo, y del cubano inmigrante Gregorio (Eduardo Martínez), cuyas vidas quedarán dolorosamente conectadas luego de un evento que los obligará a tomar duras decisiones para poder alcanzar sus metas de vida.

En una conversación con Metro Puerto Rico, Ramos, Rodríguez y la productora Annabelle Mullen, compartieron sus experiencias trabajando en la propuesta, escrita por Xenia Rivery.

“En el 2017 decidí que Belle Films se iba a dedicar a hacer historias por mujeres, sobre mujeres o para mujeres, y eso me ha ayudado mucho en la selección de los proyectos. Pero este proyecto llegó a mí porque trabajé con Gustavo en la finalización de El Chata y, obviamente, aparte de que el tema mujer es muy importante para mí, también es importante apoyar a directores locales que tienen una visión y algo que decir”, respondió Mullen a la pregunta de cómo es su proceso de seleccionar sus proyectos.

Por su parte, Rodríguez (Veneno, La Vida De Los Reyes), cuya carrera incluye trabajos detrás de la cámara, señaló que el dirigir el documental De Nina a Niña, sobre una menor de 13 años que ya era madre, la ayudó a entender y abordar su personaje, cuyo silencio oculta mucha dolor, frustración y rabia. “Yo empecé a trabajar con comunidades vulnerables, y en específico con niñas y adolescentes que ya han sido o víctimas de trata humana o víctimas de abuso, o que están casadas con 12, 13, 14, 15 años y que son madres. Entonces, todo esto estaba pasando al mismo tiempo que yo me topo con esta historia”, expresó.

La actriz tiene una relación personal hasta con el título del filme porque, como ritual de desintoxicación de los personajes intensos que le ha tocado interpretar, acostumbra realizar una especie de ritual antes de entrar a su hogar a compartir con su familia, además de entregarle el personaje al mar, mientras conecta y se purifica con la naturaleza. “Me doy un baño de pies a cabeza para soltar esa energía, porque yo construyo desde lo energético, desde lo espiritual, y eso luego se transforma en físico. Me voy al mar por tres días y yo me quedo con los pies en la arena. Soy sobreviviente de cáncer y en mi proceso de tratamiento de quimio y radio, parte de mi tratamiento, de mi proceso personal era irme a la playa y quedarme en la arena”, manifestó.

Sobre el proceso colaborativo con sus actores, el director destacó que respeta mucho los procesos de cada uno. “Les doy su espacio y los escucho, porque al fin y al cabo ella es la que la va a interpretar. Yo tenía una visión de lo que era Toña, y muchas veces estábamos de acuerdo, otras veces no, pero cuando no estábamos lo conversábamos. En el caso del tema del maltrato hacia las mujeres, mi mamá es trabajadora social y he estado un poco rodeado de eso toda mi vida con experiencias muy personales sobre el tema e inevitablemente he ido aprendiendo a que los hombres tenemos que conocer estos temas para no repetir los mismos errores”.

PUBLICIDAD

Tags

Lo Último