Cuando la actriz puertorriqueña Adamari López sentía que estaba en el mejor momento de su carrera, a sus 33 años de edad, descubrió que tenía cáncer de seno. Hoy, 20 años después, tiene como objetivo concienciar sobre la importancia de los chequeos médicos rutinarios y los buenos hábitos de salud a través de la campaña Remisión con una Misión de Aflac, proveedor de seguros médicos suplementarios en los Estados Unidos.
Como madre de Alaïa, de 8 años, la ex presentadora de Telemundo, natural de Humacao, siente una responsabilidad de enseñarle, a su hija, la importancia del autocuidado y los chequeos de bienestar, empezando por contarle sobre su experiencia con el cáncer.
“Ella [Alaïa], desde muy chiquita, ha visto mis cicatrices. Al principio, quizás no las entendía. Le decía que mamá había estado enferma, pero uno le va explicando a sus hijos en la medida que tienen la capacidad para entender”, contó la también escritora.
“Ya siendo más grande ella va conociendo más y pregunta más a fondo. Entonces, ya le he explicado y ella ha visto fotos de cuando perdí el cabello. Le voy explicando qué fue lo que me pasó, que me dio cáncer y que nadie en mi familia, en su momento, había tenido la enfermedad”, continuó.
Esta campaña, que comenzó este mes, en honor al Mes de Concientización sobre el Cáncer de Mama, tiene como objetivo fomentar mejores prácticas de salud y bienestar dentro de la comunidad hispana de los Estados Unidos, promoviendo la importancia de los hábitos proactivos en materia de cuidado de la salud.
En junio de este año, Aflac realizó la Encuesta de Bienestar 2023 para examinar las actitudes, hábitos y opiniones sobre la salud y la atención preventiva entre 2,001 adultos estadounidenses empleados, incluyendo hispanos. La muestra representativa consistió en adultos de 18 a 65 años, de los cuales 380 fueron de habla hispana.
Según el estudio, muchos adultos dejan de ir a las consultas de bienestar y las revisiones que pueden ayudar a salvar sus vidas, incluyendo mamografías, análisis de sangre, pruebas de Papanicolau, de enfermedades de transmisión sexual, de cáncer de piel y colonoscopias.
“El objetivo de la campaña es alertar a la comunidad hispana de que tenemos que dejar de lado los miedos y enfrentarnos a la realidad de que las enfermedades existen y que nos pueden tocar y hay que enfrentarlas”, explicó Inés Rodríguez Gutzmer, vicepresidenta senior principal y jefa de comunicaciones de Aflac Inc.
Uno de cada cuatro hispanos encuestados indicaron que han dejado de hacerse chequeos regulares porque se consideran saludables en este momento.
Además, el 17 por ciento contestó que pospone los chequeos regulares porque no quieren escuchar malas noticias sobre su salud.
“También, a veces, nos viene [el miedo] porque hemos sido criadas, sobre todo las mujeres, en que no quisiéramos mostrar nuestros senos”, comentó Adamari sobre los tabúes por los que algunas mujeres se cohíben de los chequeos médicos.
“La voy educando a ella…”
La encuesta de Aflac sostiene que los adultos son más propensos a programar sus chequeos de rutina si sus padres o cuidadores demostraron buenos hábitos, como la programación de consultas de bienestar infantil durante sus primeros años de vida.
“Si yo le doy el ejemplo a ella de que mamá va al doctor, que se cuida, que no solo la cuida a ella y que cuida a muchos otros miembros de la familia, trabaja, hace ejercicio, se alimenta bien, toma agua, pero que también va a esas revisiones médicas y que la lleva a ella a las que le corresponden, pues entonces así la voy educando para que sea un hábito normal en ella”, dijo la artista.
“Cuando ella sea más grande, le voy a enseñar a hacerse el autoexamen para que ella sepa y vaya conociendo sus senos. La tengo que preparar porque no la puedo dejar desinformada”, añadió.
Además, el 67 por ciento de los hispanos de los Estados Unidos encuestados por Aflac afirmaron que se benefician de amigos y familiares que los animan a ir al médico para las consultas rutinarias.
“Ya que yo descubrí mi enfermedad, le iba diciendo a mis hermanas y a mi mamá ‘tienes que ir al médico, te tienes que revisar’. Nosotros también podemos ser proactivos y alertar a la gente que nosotros queremos, a la gente que está a nuestro alrededor, sobre la importancia de esas revisiones por lo menos una vez al año para que ellos también puedan entender que todos podemos pasar por una enfermedad y que necesitamos ir al doctor”.
Más adelante, en 2012 la madre de Adamari, Vidalina Torres, falleció tras una larga batalla contra la leucemia, un tipo de cáncer de la sangre. Luego, en 2017, su hermana Adaline López Torres fue diagnosticada con cáncer de seno, enfermedad que superó exitosamente.
Aparte del cuidado de la salud física, Adamari hizo hincapié en la importancia del bienestar psicológico y emocional.
“Pude encontrar una ayuda psicológica, en su momento, que me hizo no solo hablar de la enfermedad y cómo me afectó, porque también yo caí en muchas cosas para que mi familia no me viera preocupada porque estaba enfrentando la enfermedad, y después todas esas cosas van cobrando cuenta en nuestro cuerpo, en nuestra mente, pues para poder sobrepasar la enfermedad. Emocionalmente también tuve que pedir ayuda en su momento”, relató la sobreviviente de cáncer de seno.
“El idioma nos limita…”
El 31 por ciento de los hispanos informó que las barreras lingüísticas dificultan su acceso a los recursos de atención preventiva.
Estos resultados destacan la urgente necesidad de cerrar las brechas lingüísticas y ampliar las iniciativas de educación en salud dentro de la comunidad hispana de Estados Unidos, según Aflac.
En cuanto a las barreras del idioma, Adamari expresó que “por ejemplo, los que viven en los Estados Unidos, que a lo mejor no tienen ese conocimiento extenso del inglés y que dicen ‘pues voy a ir y no voy a entender lo que me van a hacer o lo que me van a decir’, nos limita”.
“Pero, si perdemos ese miedo y vamos donde el doctor y nos encontráramos con una situación en la que nos viéramos enfermos, pues al quizás encontrar la enfermedad en una etapa temprana, es menos el riesgo de que la encontremos y ya no haya una cura o de que el tiempo en que esté en tratamiento sea tan largo”, continuó.
Adamari instó a la comunidad a priorizar las revisiones médicas periódicas para identificar a tiempo posibles problemas y “tomar las riendas de nuestro bienestar”.
“El haberme encontrado la enfermedad me hizo mucho más consciente o me dio como un tope en la pared de lo frágil que puede ser la vida y de que pequeñas acciones de parte de cada uno de nosotros pueden hacer que uno salga adelante o no. Si yo no hubiese ido directamente a donde el doctor cuando sentí la bolita, a lo mejor mi pronóstico hubiese sido otro”, puntualizó la actriz.