El 24 de septiembre, el Festival de Cine Latinoamericano de Biarritz vivió una jornada impactante con la proyección de Estado de Silencio, dirigida por Santiago Mazo y producida por Diego Luna. Este filme, que retrata de manera cruda la crisis de violencia que enfrentan los periodistas en México, cautivó al público desde el primer minuto, generando un ambiente de profunda reflexión que se extendió hasta el debate posterior. Diego Luna, reconocido actor, director y productor mexicano, estuvo presente en la conversación con los asistentes, expresando su gratitud por llevar esta obra a un escenario internacional. “El cine no debe concluir cuando las luces se encienden; debe ser un catalizador para la reflexión y la acción”, afirmó Luna con determinación.
Durante el debate, Luna compartió su visión sobre el propósito detrás de la producción de Estado de Silencio, destacando que su objetivo no era únicamente contar una historia, sino visibilizar la difícil situación que atraviesan los periodistas en México. Hizo un emotivo reconocimiento a la valentía de estos profesionales: “Es increíble lo que arriesgan cada día por cumplir con su deber”, mencionó conmovido, subrayando la urgencia de proteger a quienes se dedican a informar sobre temas delicados como el narcotráfico y la corrupción.
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“Cuando silenciamos una voz como la de Javier, no solo perdemos a un periodista; perdemos la oportunidad de que comunidades enteras sean escuchadas”
— Diego Luna, evocó el trágico asesinato del periodista Javier Valdez
Uno de los momentos más emotivos del intercambio fue cuando Luna evocó el trágico asesinato de Javier Valdez, un periodista emblemático en la lucha por la libertad de prensa en México, quien fue asesinado en 2017. “Cuando silenciamos una voz como la de Javier, no solo perdemos a un periodista; perdemos la oportunidad de que comunidades enteras sean escuchadas”, expresó Luna, provocando un silencio profundo entre los asistentes.
El debate también permitió ampliar la conversación hacia las implicaciones globales de la crisis de la libertad de prensa. Luna subrayó que, si bien Estado de Silencio se enfoca en México, esta problemática afecta a muchos otros países: “Es un tema que trasciende fronteras, y la única manera de enfrentarlo es seguir hablando, seguir contando estas historias.” La dimensión internacional de la película, reforzada por la colaboración con cineastas de diversas partes del mundo, fue clave para que la historia resonara más allá de las fronteras mexicanas.
Al término del evento, el impacto fue evidente. Muchos asistentes salieron visiblemente conmovidos, conscientes de la gravedad de la situación en México. Con su estilo reflexivo y apasionado, Diego Luna logró transmitir un mensaje claro: la importancia de no guardar silencio ante estos temas cruciales, y de seguir luchando por la libertad de expresión.