La influencer y empresaria, Kim Kardashian, solicitó formalmente la revisión de la condena de los hermanos Lyle y Erik Menéndez, sentenciados a cadena perpetua por el asesinato de sus padres en 1989.
La solicite visitó recientemente a los Menéndez en el Correccional Richard J. Donovan en San Diego.
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Durante esta visita, pudo escuchar sus historias y comprender el trauma que han enfrentado a lo largo de sus vidas, lo que aseguran los llevó a cometer el crimen, cuando apenas tenían 18 y 21 años.
Por esa razón, en un artículo de opinión publicado en NBC News, Kardashian expone su visión sobre el caso, argumentando que los hermanos no son “monstruos” y cuestionando la manera en que fueron juzgados.
La estudiante de Derecho destacó que el juicio de los hermanos fue un espectáculo mediático, donde “su sufrimiento y las circunstancias de su abuso fueron ignorados”.
“No había lugar para la empatía y mucho menos para la compasión”, subrayó.
La influencia de Kardashian en el ámbito del derecho penal y su activismo por la reforma penitenciaria le otorgan un peso significativo a su defensa de los Menéndez.
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La empresaria ha sido voz activa en la promoción de programas de rehabilitación para reclusos, buscando alternativas que favorezcan la reinserción social en lugar del castigo extremo. En este contexto, argumenta que, si los hermanos fueran juzgados hoy, el resultado sería muy distinto, dado el cambio en la percepción social sobre el abuso.
Reflexiones sobre culpabilidad
Kim reconoce que, aunque los hermanos son culpables de asesinato, es fundamental comprender el contexto de su comportamiento.
“Los asesinatos no son excusables, pero debemos considerar lo que han soportado”, señaló.
Concluye su artículo pidiendo una reconsideración de la condena de los Menéndez, abogando por un enfoque más compasivo hacia su caso, que ha sido marcado por el abuso y la tragedia.