Casi un año después de la repentina muerte de Matthew Perry, su padrastro y su hermana han compartido su dolor y la forma en que están honrando su legado. Keith Morrison, quien se casó con la madre de Perry en 1981, y su hija, Caitlin Morrison, hablaron con HELLO! Canadá sobre la devastadora pérdida y el trabajo que están realizando en honor al actor.
Caitlin, de 43 años, es la directora ejecutiva de la Matthew Perry Foundation of Canada. Para ella, trabajar en esta fundación es una manera de mantener viva la conexión con su hermano. “Siento que estoy sentada junto a Matthew, trabajando con él cada día en algo que era importante para él”, explicó. La organización canadiense es independiente de la Matthew Perry Foundation en Estados Unidos, creada poco después de la muerte de Perry a los 54 años.
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Familia de Matthew Perry habla por primera vez desde la muerte del querido actor
Por su parte, Keith Morrison, de 77 años, habló sobre el impacto emocional de la pérdida de su hijastro. “Fue increíblemente impactante cuando Matthew murió repentinamente el año pasado”, comentó. “Cualquiera que haya perdido a un hijo te dirá que, incluso si de alguna manera te preparas para esa posibilidad, es devastador”. Añadió que, tras la tragedia, decidieron aferrarse a la determinación de hacer algo útil y significativo.
Caitlin recordó con cariño a su hermano, describiéndolo como una persona que iluminaba cualquier lugar en el que estuviera. “Tenía esta habilidad de llenar una habitación de luz. Cuando la gente estaba con él, había una energía magnética”, dijo. También compartió dulces recuerdos de su infancia, recordando cómo Matthew le enseñó pequeños trucos, desde la forma correcta de poner mantequilla en las palomitas, hasta cómo tener un “tiempo perfecto” para la comedia.
Una lección valiosa que Matthew le dejó fue que “no importa cuántas veces falles, no has fallado hasta que dejas de intentarlo”, una filosofía que Caitlin ahora aplica en su vida y en su trabajo con la fundación. La madre de Perry, Suzanne, también forma parte de la junta directiva de la fundación canadiense, que busca continuar con el compromiso del actor de ayudar a las personas en recuperación. La organización trabaja para ampliar el alcance de la fundación original en los Estados Unidos, promoviendo un mejor tratamiento y apoyo para quienes luchan contra la adicción, una batalla que Perry enfrentó durante gran parte de su vida.
