El magnate del entretenimiento Tyler Perry (Diary Of A Black Mad Woman, Why Did I Get Married), quien ya había explorado el drama histórico con su romántico filme A Jazzman Blues (2022), regresa detrás de cámaras con The Six Triple Eight, para develar la inspiradora historia de la unidad 6888th, el único batallón de mujeres negras durante la Segunda Guerra Mundial.
Estas 855 mujeres fueron responsables de lograr, en tiempo récord, que 17 millones de cartas llegaran a su destino entre soldados y familiares, levantando la moral de una nación en guerra. Esta inconcebible tarea fue motivo de burlas y discrimen, pero bajo el liderazgo de la Mayor Charity Adams (Kerry Washington), se logró la histórica gesta, gracias al tesón y valentía de este admirable grupo.
PUBLICIDAD
En la cinta, en la que participan Ebony Obsidian, Sarah Jeffrey, Sam Waterston, Susan Sarandon y Oprah Winfrey, conoceremos esta historia que por décadas se mantuvo oculta y, gracias a un artículo publicado en 2019 por el historiador Kevin H. Hymel en la revista WWII History, terminó en manos de Perry.
El también productor de la cinta que estrena mañana en Netflix —cuya asociación con el gigante del streaming no solo ha ampliado su audiencia, sino que también le ha permitido adentrarse en nuevos géneros— habló en exclusiva con Metro sobre la importancia de contar estas historias, la evolución de su carrera y el orgullo que siente por este gran proyecto.
¿Cuán orgulloso estás de esta película?
—Me siento honrado de poder rendir tributo a estas mujeres, estas 855 mujeres que regresaron a los Estados Unidos, después de lo que hicieron, sin tener ningún tipo de fanfarria o recibimiento. Así que me siento honrado de darles todo esto y a sus familias, en este momento.
Durante la presentación de la cinta, hablabas sobre cómo llegaste al artículo. Entonces, ¿cuál fue ese aspecto definitorio de la historia que te hizo decidirte a hacerla, ya que es tu segundo filme histórico?
PUBLICIDAD
—En realidad, Nicole Avant, que es la productora de la película, me envió un video promocional y, cuando lo vi, pensé: “Esto no puede ser real”. Tenemos que contar la historia. Y me dijo: “Sí, tienes razón y quiero que la hagas”. Así que Nicole fue la que impulsó todo este proceso para que sucediera. Fue realmente maravilloso tener la oportunidad de entrar en este mundo, sumergirme en él y disfrutarlo de verdad.
¿Cómo crees que esta película encenderá la conversación sobre la representación en Hollywood, en concreto, el legado de las mujeres negras en la historia?
—Mi única esperanza es honrar a estas mujeres, y lo que sea que suceda a partir de honrarlas, se supone que debe suceder. Así que solo quiero que la gente la vea, la acepte y entienda que hay muchas partes de la historia estadounidense que se están borrando y se ignoran, y todas ellas todas son importantes. No solo la historia negra, sino toda la historia es importante. La historia puertorriqueña, la estadounidense, toda historia es importante.
La cinta tiene varios momentos grandes, para mí, el monólogo de “Over My Dead Body”, fue muy poderoso. ¿Hubo un momento específico durante el rodaje de alguna escena o secuencia en el que pensaste: “Esta es la escena que lo encierra todo”?
—Creo que el momento en el que se bajaron del barco, también la marcha, ese momento que acabas de mencionar, todos esos momentos me dieron escalofríos, eran tan poderosos, tan increíblemente inspiradores.
Hablemos por un minuto sobre la evolución de tu carrera. Comenzaste trabajando en proyectos para las comunidades cristianas negras. Sin embargo, al pasar los años, se ha transformado para alcanzar un público más amplio, con proyectos más arriesgados y atrevidos. ¿Fue una decisión consciente o más bien una progresión natural de una carrera? Quizás porque maduramos a medida que envejecemos.
—No solo maduramos, sino que entendemos más sobre la vida y vemos más historias que contar. Adquirimos más experiencias y entendemos que hay todo un mundo allá afuera. Y como dueño de un estudio, me doy la oportunidad y los derechos para contar cada historia; si tengo la oportunidad de contar la historia, me siento en la obligación de contarla.
