Después de cuatro años de amor, la mexicana Andrea Meza, quien se coronó como Miss Universo 2020, y el influencer estadounidense Ryan Proctor sellaron su amor en una ceremonia privada y llena de magia en Florida, Estados Unidos.
El evento, celebrado con un toque exclusivo y muy personal, reunió a familiares y amigos cercanos de la pareja para celebrar este paso tan importante en sus vidas.
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Un evento privado y lleno de elegancia
La boda tuvo lugar en un pintoresco club privado junto al mar, que brindó el marco perfecto para una celebración cálida y acogedora. Aunque la ceremonia estaba prevista para el 12 de octubre, las complicaciones causadas por el huracán Milton obligaron a posponerla. A pesar de este contratiempo, la emoción de Andrea y Ryan no decayó, y ella incluso tuvo que elegir un nuevo vestido adaptado a las temperaturas más cálidas de la región.
En sus redes sociales, Andrea compartió detalles del vestido que eligió para su gran día: un diseño entallado que resaltaba su silueta, complementado con joyas plateadas que realzaban su look sofisticado. También mostró las delicadas zapatillas que llevaba, con detalles en tela, y los anillos de boda, brillantes y llenos de elegancia.
La revista Hola! tuvo acceso exclusivo a varios momentos clave de la ceremonia, como cuando Andrea se estaba maquillando y el equipo ajustaba su vestido. El ambiente se impregnó con una fusión de tradiciones mexicanas y estadounidenses, lo que hizo que la celebración fuera aún más significativa para los novios.
Los invitados y los toques personales
La ceremonia se celebró en un exclusivo club privado cercano a la casa de los recién casados, lo que permitió que sus seres queridos estuvieran presentes sin grandes inconvenientes. Los padres y las hermanas de Andrea estuvieron entre los asistentes, así como los familiares más cercanos de Ryan. El novio, acorde con la elegancia del evento, se presentó con un traje blanco impecable, mientras que Andrea deslumbró con un tocado especial: una de las coronas que había ganado en su primera participación internacional, Miss World.
La entrada de la novia al altar fue acompañada por música de violines, creando un ambiente emocional y solemne. Durante la recepción, decorada con arreglos florales en tonos suaves, los invitados pudieron disfrutar del tradicional mariachi mexicano. La pareja, como no podía ser de otra manera, bailó su primer vals al ritmo de “L.O.V.E.” de Frank Sinatra, haciendo de este momento uno de los más memorables de la noche.