Las fotos del exponente urbano Bad Bunny en ropa interior para la marca Calvin Klein revolucionaron las redes sociales.
Tanto es así que fanáticos descubrieron que el artista tiene un tatuaje de su expareja la modelo boricua Gabriela Berlingeri.
Según sus seguidores, el tatuaje —localizado en el antebrazo del artista— sería de los ojos de la influencer.
Pero eso no es todo, los fanáticos del llamado “Conejo Malo”, también descubrieron que el artista tiene tatuado el rostro de la creadora de contenido Marena Sofía, quien es la mejor amiga de su exnovia.
El tatuaje —ubicado en la parte posterior del muslo del artista— es de cuando la influencer hizo de bailarina en el video de “Neverita” de “Un Verano sin ti”.
Un año importante para Bad Bunny
Este será un año importante para el artista que en enero estrenó el mencionado álbum con ritmos dedicados a la cultura puertorriqueña, entre estos la plena, salsa y sin olvidar el reggeatón.
Aún los temas “DtMF” y “BAILE INoLVIDABLE” se encuentran en las primeras 10 posiciones de la tabla global de la plataforma Spotify. El primero se encuentra en la posición número seis y el tema al ritmo de la salsa en la posición número 10.
A esto se suma la serie de conciertos que realizará el “conejo malo” en Puerto Rico. Con sobre 30 funciones en el Coliseo de Puerto Rico, José Miguel Agrelot, siendo la primera residencia de este tipo que se realiza en la isla.
Se estima que el impacto de este espectáculo en la economía y el turismo de Puerto Rico sea millonario.
¿Qué es una residencia musical?
Una residencia de conciertos o residencia musical es una serie de conciertos, similar a una gira de conciertos, pero que se realiza solo en un mismo venue.
Para constituir una residencia musical, se espera que el artista realice un mínimo de diez presentaciones en el coliseo, estadio, arena o venue seleccionado, por lo que sin lugar a dudas, la nueva llegada de Bad Bunny al Coliseo constituye su primera residencia y la primera a ser realizada en el popular escenario.
Las residencias de conciertos tomaron notoriedad y han sido un elemento constante en Las Vegas durante décadas. Los conciertos en serie fueron iniciado por el legendario pianista Liberace en la década de 1940 y Frank Sinatra con el llamado Rat Pack en la década de 1950.
