Shakira continúa su gira por Latinoamérica con su tour ‘Las mujeres ya no lloran’, mientras su equipo de bienes raíces sigue buscando un comprador para su mansión en Miami, Florida. La propiedad, que ha estado en el mercado desde hace algún tiempo, está valorada en $11.6 millones, según la agente de bienes raíces Andrea Arango, quien ofreció detalles sobre la venta en una entrevista con Carlos Claro para ‘Más claro imposible’.
La mansión en cuestión fue adquirida por Shakira en 2001 y, después de su separación de Gerard Piqué, la cantante se mudó a Florida desde Barcelona. Aunque se había rumoreado que Marc Anthony había comprado la propiedad el año pasado, finalmente ese acuerdo no se concretó y la mansión sigue a la venta.
Detalles de la propiedad y su precio
La mansión que Shakira busca vender es la misma que adquirió hace más de dos décadas. Aunque la cantante pensaba que sería su hogar definitivo, no quedó conforme con la residencia tras mudarse. En busca de un lugar con más comodidad y privacidad, decidió poner la propiedad en el mercado. La mansión se ofrece actualmente por $11.6 millones de dólares, y ha sido mostrada a varios interesados, aunque algunos detalles sobre la casa podrían dificultar su venta.
En cuanto a las características de la casa, esta cuenta con una extensión de 8,000 pies cuadrados, distribuidos en siete dormitorios, seis baños, un vestíbulo, una sala de estar, una sala principal, comedor, cocina, cuarto de lavado y más comodidades. Además, tiene áreas exteriores con una terraza, piscina, zona de spa y un amplio espacio para disfrutar al aire libre.
Problemas estructurales y desafíos para la venta
A pesar de sus amplias dimensiones y atractivas características, la mansión enfrenta algunos inconvenientes que podrían complicar la venta. Según la agente Andrea Arango, quien compartió su experiencia con Carlos Claro, la casa está construida con materiales de baja calidad, lo que genera varios problemas. Uno de los principales es que todos los baños están ubicados debajo del nivel del mar, lo que provoca que, cuando llueve, el agua regrese por los inodoros, trayendo consigo malos olores y agua sucia de la ciudad. Arango señaló: “El problema es que cada vez que llueve, se le meten los residuos, cacas y demás. Hay una humedad espantosa”.
Estos detalles negativos, junto con los otros factores que afectan la propiedad, podrían dificultar la venta, aunque sigue siendo una opción para quienes busquen una gran mansión en la zona.
