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Bocadillo Lingüístico: Hagamos un hiato

¿Es hiato un diptongo? O dicho de otra forma, ¿hay diptongo en hiato? Y en maniobra, ¿qué hay?¿Hiato o diptongo? Y qué me dice de cruel... ¿es diptongo, o es hiato? ¿Y en triángulo...? la verdad es que este asunto de los diptongos y los hiatos puede crear mucha desconfianza... ¿Y esta última, qué tiene, hiato o diptongo, ambas, ninguna de las anteriores? ¡Ay ay ay!

La cosa se complica porque, como dice el refrán “el cliente (¿hiato o diptongo?) siempre tiene la razón”, y en materia de lengua oral, el hablante es cliente y el suplidor. De manera que, en aras de contribuir (¿hiato o diptongo?) a disminuir (¿hiato o diptongo?) esta tremenda confusión, empiezo por decir que hay diptongos ortográficos (escritos), que son hiatos fonéticos (hablados), y viceversa.

Pero vamos a ver qué dice la “nueva” Ortografía sobre lo que es un diptongo: “(...) secuencias de dos vocales que forman parte de una misma sílaba”. Es decir, que independientemente de cómo usted las pronuncie, serán diptongos a efectos ortográficos las siguientes combinaciones vocálicas: /a/ /e/ /o/ seguida o precedida de /i/, /u/ átonas, como por ejemplo, [reu.nir] Suena rara esa división silábica ¿verdad? Por eso no podemos olvidar que la lengua escrita y la oral andan por vías paralelas.... Pero sigamos...

¿A qué podemos atribuir (¿hiato o diptongo?) esta decisión? Hay que recordar que la Irreal Academia, en materia de ortografía (lengua escrita), tiene que actuar (¿hiato o diptongo?) conforme a su objetivo de velar por la correcta escritura y la unidad del idioma. Nos toca a nosotros, pues, confiar (¿hiato o diptongo?) en que nos habrán de guiar (¿hiato o diptongo?) por el camino correcto.

Siempre habrá quien se atreva a desafiar (¿hiato o diptongo?) la Ortografía, especialmente si ya usted tiene más de dieciocho (¿hiato o diptongo?) primaveras, pues tiene afincadas otras reglas que su maestra de español le machacó por años. Además, todos los cambios siempre suponen cierta resistencia. Eso sí, no estará libre de consecuencias aquel que ose desviarse (¿hiato o diptongo?) de la norma, pues, habrá de ser juzgado por sus pares; no hay nada más estigmatizado que la lengua.

Yo, que vengo de la vieja escuela, me alineo con Quilis, cuando nos dice que “es difícil dar reglas desde el punto de vista normativo para la formación de los diptongos y los hiatos”. Y es que la dificultad reside en el propio fenómeno, por un lado, y en el hablante y su variante, por el otro.

Nada, que todo se reduce a casos especiales y tenemos que concluir (¿hiato o diptongo?) que este asunto de los diptongos y los hiatos, en el terreno de la lengua oral, no tiene ni tendrá jamás aplicación genérica. Y como diría Vaquero, mucho se reduce a casuística ¿hiato, diptongo? Mi quetido METRO lector, celebre que hoy es ¡jueves; feliz día y mejor diptongo!

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