Es bien sabido que hacer ejercicio es recomendable tanto mental como físicamente. Gracias a él nuestro cuerpo se mantiene en forma y nuestra mente se despeja, a eso debemos sumarle la liberación de endorfinas que nos hace sentir más alegres y mejor con nosotros mismos.
Los tipos de ejercicio suelen agruparse en cuatro categorías diferentes: aeróbico, anaeróbico, de flexibilidad y movilidad, y de equilibrio y coordinación, aunque con algunas actividades estas tipologías se mezclan creando un efecto aún más potente. Por ejemplo, actividades de resistencia (aeróbicas) como correr, nadar y esquiar también aumentarán su fuerza muscular.
El presente artículo está dirigido a puntualizar las diferencias existentes entre los ejercicios aeróbicos y los anaeróbicos a través de sus definiciones. Revisemos entonces la información que nos provee el portal Vida Sana.
Definición de ejercicio aeróbico
“El ejercicio aeróbico a menudo se conoce como ejercicio de resistencia o ejercicio cardiovascular, y ocurre cuando los grandes músculos del cuerpo se mueven de una manera rítmica durante un largo período de tiempo”.
“El ejercicio aeróbico implica un incremento del consumo de oxígeno por parte del cuerpo. Nuestro cuerpo hace esto aumentando el ritmo de la respiración y de la frecuencia cardíaca. Este tipo de ejercicio es importante para muchas funciones del cuerpo y ayuda a mantener nuestro corazón, pulmones y sistema circulatorio saludables, así como a mejorar nuestra capacidad cardiorrespiratoria”.
Caminar, correr, andar en bicicleta y nadar son ejemplos de ejercicio aeróbico.
La actividad aeróbica se puede realizar en una escala de intensidades durante un período de tiempo.
Definición de ejercicio anaeróbico
“El ejercicio anaeróbico se conoce como el entrenamiento de fuerza y potencia, por ende, mejorará la potencia, fuerza y tamaño de nuestros músculos. Esto incluye la realización de ejercicios de alta intensidad y corta duración, generalmente en una escala que va desde segundos a unos pocos minutos”, señala el citado sitio web.
Los esprints, levantamiento de pesas (con mancuernas o en banca), los ejercicios de resistencia en cinta y los ejercicios de levantamiento del peso corporal (por ejemplo, fondos, dominadas, sentadillas, zancadas) son ejemplos de ejercicio anaeróbico.