Alguna vez en la vida hemos sufrido de insomnio, en algunas oportunidades por estrés, preocupaciones, o porque tenemos en nuestra mente un pensamiento reiterativo que no podemos quitarnos de la cabeza.
Cualquiera de estas situaciones nos impide dormir o provoca lo que llaman el despertar precoz o despertares múltiples.
En entrevista con Infobae, el psicólogo Pablo López, director Académico de Fundación Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco), asegura que “las preocupaciones que tenemos durante el día también las tenemos durante la noche, y aun cuando conciliamos el sueño, porque nuestro cerebro sigue funcionando mientras estamos durmiendo. Esto último se relaciona con el importante rol que tiene nuestro sueño en la regulación emocional”.
Detener el pensamiento
Expertos de la Cátedra del Sueño de la Universidad de Granada, han adaptado una técnica, que habitualmente se utiliza para abordar las fobias y los pensamientos obsesivos en los trastornos de ansiedad, para tratar a pacientes con trastornos del sueño.
La técnica se denomina “detención del pensamiento”. Su objetivo es que la persona aprenda a parar pensamientos intrusivos, indeseables e involuntarios que se presenten de forma repetitiva.
Aseguran los expertos que es complicado dormir “si no paras de dar vueltas a la cabeza a pensamientos de más o menos importancia que van y vienen sin cesar”.
Explican que cuando eso sucede, “es inevitable acabar nervioso y sin conciliar el sueño”.
Saca los pensamientos y duerme como un bebé
Cuando este problema se mantiene, asegura López, “probablemente aparezca una significativa falta de concentración y una afectación de la flexibilidad cognitiva, es decir, nos va a costar mucho pasar de una actividad a otra y adaptar nuestros recursos cognitivos para dichas tareas”.
¿Qué hacer frente a esta situación? Psicologos y psiquiatras tiene una serie de recomendaciones para manejar los pensamientos que aparecen antes dormir:
- El primer paso es identificar cuáles son esos pensamientos repetitivos que le causan malestar y elaborar una lista. Dejar asentado lo que pensamos disminuye el esfuerzo cognitivo por mantener los pensamientos en la mente.
- El siguiente paso consiste en que el paciente se deje llevar por un pensamiento intrusivo desagradable y a una señal o un tiempo que se haya marcado, debe cambiar ese mal pensamiento por uno agradable y positivo.
- Hay que ir repitiendo el proceso intentando tomar el control de la situación para ser capaces de cambiar un pensamiento por otro cuando nosotros nos lo propongamos.
- También recomiendan hacer actividades como la meditación o yoga para ayudar a conciliar el sueño.
- Por último socializar lo que nos pasa, hablar con personas representativas con quienes podamos expresar lo que nos preocupa.