El tabaquismo se ha convertido en una de las adicciones más dañinas para la salud, deteriorando no solo los pulmones, sino las funciones de diversos órganos del cuerpo. De acuerdo a cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren más de ocho millones de personas a causa del tabaco.
“El tabaco es perjudicial en todas sus modalidades y no existe un nivel seguro de exposición al tabaco. Fumar cigarrillos es la forma de consumir tabaco más extendida en todo el mundo. Otros productos de tabaco son: el tabaco para pipa de agua o narguile, diferentes productos de tabaco sin humo, cigarros, puritos, tabaco de liar, tabaco picado, ‘bidis’ y ‘kreteks’”, explicaron en un informe publicado en su página web.
El nuevo tratamiento para fumadores que ha llamado la atención de todos
Son muchas las medidas que instituciones, organismos de salud y gobiernos han implementado para concientizar a la sociedad sobre las consecuencias del tabaquismo como, por ejemplo, las advertencias sanitarias gráficas en los empaques de los cigarrillos.
A pesar de esto, millones de personas en el mundo siguen fumando, sin tomar en cuenta las consecuencias a corto, mediano y a largo plazo. Es por eso que una cardióloga brasileña ideó un nuevo tratamiento.
Jaqueline Scholz dirige el Programa de Tratamiento del Tabaquismo del Instituto do Coração (InCor) y trabajó en la creación de un tratamiento que restara a los pacientes el placer de fumar y que comenzaran a ver el tabaquismo con una especie de “castigo”.
Todo comenzó con lo que le dijo un paciente: “Me miró a la cara y me dijo: ‘Doctora, usted me hizo gastar dinero en medicamentos y dijo que perdería el placer de fumar, pero eso no sucedió”, citó BBC Mundo.
Fue desde ese momento que la doctora comenzó a asociar el acto de fumar con actividades poco placenteras o fastidiosas. A este paciente le pidió fumar de pie, mirando una pared.
“La sencilla receta fue objeto de un artículo científico publicado el año pasado, que la especialista escribió en sociedad con colegas de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp), además de un representante del Departamento de Cardiología Preventiva del Hospital Universitario de Oslo, en Noruega”, explicó al mismo artículo de BBC.
Al paso de 12 meses, el 65% de los pacientes había dejado de fumar por completo.
El tratamiento tradicional contra el tabaquismo está basado en el fármaco vareniclina, que está enfocado en reducir la sensación de recompensa de los cigarrillos. Pero este tratamiento no siempre funciona al 100%, por lo que se necesitan recursos complementarios.
“Sabemos que el placer de fumar tiene una asociación con los recuerdos hedónicos, y no hay medicamentos que funcionen en estos aspectos”, dijo la especialista.
Por eso mismo, al iniciar un tratamiento que disminuya el placer en el acto de fumar, poco a poco se va formando una conducta de rechazo que ayuda al paciente a dejar esta predilección por fumar.
El experimento que hizo Scholz se basó en aplicar a un grupo un tratamiento tradicional contra el tabaquismo y a otro, dejarlos fumar todo lo que quisiera, pero estando de pie y contra una pared.
Este tipo de tratamiento no solo ayudaría a las personas a dejar de fumar de forma más efectiva, sino que los ayudaría a reducir la cantidad de cigarrillos que fuman al día.
Así que este tratamiento está enfocado no en prohibirle al paciente que lo haga, sino en hacer incómoda la experiencia para que la misma persona se vaya “desencantando” de esta experiencia.