El síndrome premenstrual (SPM) suele presentarse en un alto porcentaje de las mujeres en edad reproductiva. De hecho, aparece en los días previos a la menstruación mes con mes, es un conjunto de síntomas psicológicos y físicos.
Luego de iniciar el sangrado, suelen disminuir uno o dos días, pero la mayoría de las féminas se topan con pared cuando tratan de abordar el tema del SPM y la dieta porque, pese que la mitad de la población a nivel mundial menstrúa, se conoce muy poco a ciencia cierta sobre los síntomas luego de siglos de avance de la medicina.
Sin embargo, diversos expertos han hablado últimamente sobre transformaciones emocionales y físicas que experimentan las damas con el síndrome premenstrual.
Síntomas premenstrual
Según especialistas de Mayo Clinic, entre los síntomas psicológicos que prevalecen está el humor. Igualmente, la dificultad para concentrarse, irritabilidad, depresión y ansiedad.
En cuanto a los síntomas físicos, mencionan la retención de líquidos, que lleva al incremento transitorio de hinchazón de manos, pies y peso. Por otro lado, la sensibilidad en los senos, también llamada mastalgia cíclica.
El portal igualmente señala la distensión abdominal y no deja por fuera el más común, de acuerdo con las mismas mujeres, el dolor en el abdomen bajo.
Trucos para disminuir los síntomas
- Los expertos recomiendan evitar consumir tanta sal: es vital eliminar el alto consumo de sal, ya que el sodio hace retener líquidos durante el periodo menstrual. Al establecer como un hábito, el malestar generado y la distensión será la menor.
- Come granos enteros: ingiere alimentos que estén elaborados por granos enteros. Por ejemplo: la pasta integral, el pan de centeno, galletas horneados con harina de trigo integral, el arroz, estos cuentan con más contenido de vitaminas del complejo B, importantes en el metabolismo de dopamina y serotonina.
- Incrementa ingesta de magnesio y calcio: síntomas como ansiedad, retención de líquidos, depresión y humor puedes contralarse con la ingesta de estos minerales, revelan varios estudios. Tanto leguminosas como lácteos, hoja verde, soya y almendras resultan fuentes de ambos minerales.