Una investigación asegura que fingir risas ayuda a levantar el estado de ánimo

En los malos momentos es importante siempre mantener una grata sonrisa

Un gran debate por años entre el mundo de psicología se ha generado para determinar que tan positivo o negativo es ocultar las emociones negativas y siempre mantener a la vista una cálida, pero falsa sonrisa. Décadas de argumentos y contraargumentos dieron como resultados que los especialistas concordaron que, si un individuo se quiere sentir un poco más feliz, hay que intentar verse así primero.

Artículo emitido el pasado jueves 20 de octubre por parte de la revista Nature Human Behavior, indicó que un conjunto de especialistas de distintos países determinó contundentes razones del por qué el fingir sonrisas ayuda a que nos sintamos más alegres. La investigación fue dirigida por Nicholas Coles, científico y profesor de la Universidad de Stanford en los Estados Unidos.

Explicación de la investigación

Según la “hipótesis de la retroalimentación facial”, sonreír debería hacer que las personas se sientan más felices, mientras que fruncir el ceño debería entristecerlas. El proyecto recogió datos de 3.878 participantes de 19 países. Tras analizar sus resultados, los investigadores descubrieron un notable aumento de la sensación de alegría en los participantes que imitaban fotografías sonrientes o que estiraban las comisuras de la boca hacia las orejas.

“Experimentamos las emociones tan a menudo que nos olvidamos de maravillarnos de lo increíble que es esta capacidad. Pero sin emoción, no hay dolor, ni placer, ni sufrimiento, ni felicidad, ni tragedia, ni gloria en la condición humana. Esta investigación nos dice algo importante sobre cómo funciona esta experiencia emocional”, indicó el autor del estudio mediante la nota de prensa.

Una de las teorías es que la experiencia consciente de las emociones se basa en las sensaciones del cuerpo: un latido rápido del corazón proporciona una impresión de miedo, por ejemplo. La retroalimentación facial se mencionó con frecuencia como prueba de esta teoría, pero algunos experimentos recientes lo pusieron en duda.

Resultados

Los investigadores crearon un plan que incluía tres técnicas bien conocidas destinadas a animar a los participantes a activar sus músculos de la sonrisa:

1. A un tercio de los participantes, se les indicó que utilizaran el método del bolígrafo en la boca.

2. A otro tercio, se les pidió que imitaran las expresiones faciales que veían en las fotos de actores sonrientes.

3. Al último tercio, se le dio instrucciones para que moviera las comisuras de los labios hacia las orejas y levantara las mejillas utilizando solo los músculos de la cara.

En cada grupo, la mitad de los participantes realizó la tarea mientras veía imágenes alegres de cachorros, gatitos, flores y fuegos artificiales, y la otra mitad simplemente vio una pantalla en blanco. “El estiramiento de una sonrisa puede hacer que la gente se sienta feliz y el ceño fruncido puede hacer que la gente se sienta enfadada; por tanto, la experiencia consciente de la emoción debe basarse, al menos parcialmente, en las sensaciones corporales”, afirma Coles en la nota de prensa.

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