Distintas son las recomendaciones por parte de especialistas las que indican la importancia de realizar entrenamientos de resistencia para mantener sano al cuerpo humano, no solo para endurecer los músculos, ya que por ejemplo el levantamiento de pesas mediante mancuernas fortalece y hace más resistente contra las lesiones al aumentar la densidad ósea y fortalecer los músculos, ligamentos y tendones alrededor de las articulaciones.
Sin embargo y a pesar de los diversos consejos, son millones las personas que recurren a episodios de sedentarismo o muy poca actividad, situación que trae sin dudas consecuencias cuando se comienza a transitar en la tercera edad.
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Entrenamiento de fuerza
Muchas veces los entrenamientos de fuerzas son únicamente relacionados para embellecer o definir el cuerpo. Aunque sirve para tal meta, no solamente pasa por dichas características ya que zonas como el corazón, cerebro y huesos son bastantes favorecidos por la continua práctica.
Además de quemar calorías y reducir la grasa corporal el entrenamiento de fuerza puede reducir la presión arterial, reducir el colesterol y mejorar la circulación al fortalecer el corazón y los vasos sanguíneos, y probablemente protege contra las enfermedades del corazón.
Con respecto a lo mental, es ideal para mejorar el estado de ánimo para combatir episodios y riesgos de depresión e incluso, puede tener grandes efectos protectores contra la demencia y el deterioro cognitivo.
El gimnasio no es la única opción
Son varios los errores que se recurren cuando se planea realizar ejercicios y entrenamiento de fuerza. Uno de los más comunes es creer que solo se puede ejercitar en gimnasia o maquinaria especial.
Según Andrew Tracey, editor de acondicionamiento físico de Men’s Health, el gimnasio “es un edificio con algunos equipos de acondicionamiento físico, no una especie de terreno sagrado donde se debe hacer ejercicio. Al no subcontratar su estado físico a ‘otro lugar’, ahorrará una fortuna en la membresía del gimnasio, las tarifas de estacionamiento y el combustible”.
Desde cualquier parque, plaza y hasta incluso desde el mismo hogar se pueden adquirir buenos dividendos corporales para la salud. Sally Moss, entrenadora de fuerza que se especializa en levantamiento olímpico de Inglaterra, indica que se “´puede comenzar usando su propio peso corporal y objetos alrededor de la casa. Por ejemplo, puede usar las escaleras para ayudarse a hacer una flexión poniendo las manos en un escalón alto, o usar una silla para subir un escalón”.