La neofilia es un problema de conducta que se caracteriza por la obsesión a las innovaciones. Expertos atribuyen su auge a la época del avance de las comunicaciones y el surgimiento de las nuevas tecnologías.
De esta manera, explicamos que un neófilo es un individuo que se siente inusualmente excitado frente a las novedades.
“La neofilia hace referencia a una característica que tienen ciertas personas con tendencia o fascinación hacia lo nuevo o novedoso. Las personas neófilas, suelen tener un interés y una curiosidad que las desborda por experimentar situaciones nuevas y buscar siempre aquello que desconocen y que les genera fascinación en un momento determinado, estas pueden ser tecnologías, pero también, productos o actividades”, explicó el psicólogo Alexis Alderete.
Síntomas de la neofilia
La psiquiatra Graciela Moreschi argumentó que la diferencia entre la curiosidad y la neofilia se basa en que la segunda no se puede saciar con una simple investigación, sobre un tema u objeto nuevo.
El individuo siente dolor fuerte de pecho producto de la tensión muscular. Su efecto más inmediato es la sensación de miedo que una persona pueda tener, su efecto suele ser muy parecido al de un ataque cardíaco, aunque no lo sea.
Por otra parte, las taquicardias o las irregularidades cardíacas son un síntoma constante que emerge de la ansiedad, puesto que los niveles de adrenalina se ven alterados y esto produce que el corazón se acelere.
Otros problemas asociados son los nudos en la garganta, la palidez de la piel, la transpiración, irregularidades en la tensión, el estremecimiento, dolor en los hombros, cuello y articulaciones; a su vez, el entumecimiento en la cara o la cabeza, la indigestión, irregularidades estomacales y diarrea.
Pespectivas de expertos
“Nuestros cerebros humanos únicos están preparados biológicamente para interactuar e incluso generar novedades, desde el primer arco y flecha de nuestros antepasados hasta la última tableta”, afirmó la psicóloga Winifred Gallagher a Infobae.
Acotó: “Esta ‘neofilia’ nos ha permitido prosperar en un mundo de cambios cataclísmicos, pero ahora nos enfrentamos a una avalancha sin precedentes de cosas nuevas, desde productos hasta información, que se ha cuadriplicado en los últimos 30 años y no muestra signos de desaceleración”.