La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) se encuentra trabajando en un proyecto pionero llamado “Demonstration Rocket for Agile Cislunar Operations” (DRACO), que tiene como objetivo revolucionar los viajes espaciales al utilizar tecnología de fisión nuclear en cohetes.
Aunque los cohetes anteriores de la agencia han dependido de combustibles químicos para su funcionamiento, el proyecto DRACO busca aprovechar la energía nuclear para propulsar naves espaciales y eventualmente llevar a los astronautas a Marte, de acuerdo con Slash Gear.
Este ambicioso proyecto se basa en la propulsión nuclear, específicamente en la tecnología de fisión nuclear. La fisión nuclear implica la división de núcleos atómicos, liberando una gran cantidad de energía en forma de calor. En el caso del proyecto DRACO, se utilizará esta energía para calentar un combustible líquido y generar empuje para propulsar la nave espacial.
La NASA ha seleccionado a Lockheed Martin, una empresa de defensa aeroespacial, como contratista principal para diseñar, construir y probar la nueva nave espacial de propulsión nuclear. Además, la empresa BWX Technologies de Virginia será la encargada de desarrollar el reactor de fisión nuclear necesario para esta tecnología.
El objetivo de DRACO
El principal objetivo del proyecto DRACO es lograr viajes espaciales más rápidos y seguros, particularmente en lo que respecta a los viajes a Marte.
Si bien la misión a Marte aún llevará aproximadamente dos años de ida y vuelta, la tecnología de propulsión nuclear podría reducir significativamente el tiempo que los astronautas pasan en el espacio. Esto, a su vez, disminuiría los riesgos asociados con la exposición prolongada a la radiación y otros factores que pueden afectar la salud de los astronautas.
La tecnología de propulsión nuclear se divide en dos tipos principales: propulsión térmica nuclear y propulsión eléctrica nuclear. La propulsión térmica nuclear aprovecha el calor generado por la fisión nuclear para calentar el combustible líquido, lo que genera un gas que se expulsa a través de una boquilla para generar empuje y propulsar la nave.
Por otro lado, la propulsión eléctrica nuclear utiliza la electricidad generada por la fisión nuclear para expulsar el gas de los propulsores de la nave, permitiendo maniobras más eficientes en el espacio.
Aunque el proyecto DRACO es prometedor y representa un avance emocionante en la tecnología de propulsión espacial, todavía hay desafíos técnicos y de seguridad que deben superarse antes de que esta tecnología pueda implementarse en misiones tripuladas.