La silicosis es una forma de enfermedad pulmonar ocupacional (EPO) de tipo neumoconiosis. En concreto, el cuadro se ve propiciado por la inhalación de polvo de cristales de sílice, empleado para la construcción de muchos productos comerciales, tales como: ladrillos, vidrio, cerámica, yeso, granito, entre otros.
“A medida que el peligroso polvo se acumula y deja cicatrices en los pulmones, la enfermedad puede dejar a los trabajadores sin aliento, debilitados y, en última instancia, con insuficiencia pulmonar [...]. La silicosis puede hacer estragos en los pulmones de los trabajadores tras inhalar diminutas partículas de sílice cristalino mientras cortan y muelen la piedra que contiene el mineral”, reseñó LA Times.
La enfermedad suele manifestarse con “una tosecita, falta de respiración, infecciones pulmonares, cuando van al médico y no dicen en que trabajan, tienen un diagnóstico de neumonía no de silicosis y siguen trabajando”, afirmó el doctor y neumonólogo Edgar Chávez.
“En California, la enfermedad ha empezado a debilitar a trabajadores jóvenes, en su mayoría inmigrantes latinos que cortan y pulen losas de piedra artificial. En lugar de aparecer en personas de 60 o 70 años tras décadas de exposición, ahora afecta a hombres de 20, 30 o 40 años, según la doctora Jane Fazio, neumóloga especialista en cuidados intensivos, quien dijo sentirse alarmada por los casos que vio en el Centro Médico Olive View-UCLA. Algunos pacientes de California han muerto a los 30 años”, enfatizó LA Times.
Sin embargo, no quiere decir que todos los trabajadores en los gremios citados vayan a desarrollar silicosis a lo largo de su vida, pues si se toman las medidas protectoras adecuadas, el riesgo se puede minimizar.
Tratamiento
Sin duda, tomar medicamentos para el manejo de los síntomas como broncodilatadores, corticosteroides, entre otros, contribuirían a la progresión de la enfermedad.
Tambien, dejar de estar en contacto con la fuente de exposición de sílice y no fumar, si es que se hace, evitará la exacerbación de los síntomas. En los casos que exista una hipoxemia (nivel de oxígeno en sangre inferior al normal), administración de oxígeno; y en el peor de los casos, transplante de pulmón. Este es el método más eficaz para deshacerse del tejido dañado, pero conlleva múltiples riesgos tanto a corto como a largo plazo.