Esta semana se sumó otro hito para los descubrimientos realizados por el Telescopio Espacial James Webb de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés).
La agencia informó a través de su portal la detección de una estrella de neutrones realizando una fusión con un agujero negro, que se encuentra a 120 mil años luz de distancia de la Tierra.
El descubrimiento, más allá de lo impresionante que es ver una estrella de neutrones fusionándose con un agujero negro, es fundamental ya que en este evento se detectan elementos de la tabla periódica relacionados a la vida.
A la fusión entre una estrella de neutrones y un agujero negro le dicen “kilanova”, un evento muy complejo de ver desde la Tierra y que se logró gracias al uso del Telescopio Espacial James Webb y la colaboración del Telescopio Espacial de Rayos Gamma Fermi y el Observatorio Swift Neil Gehrels, ambos de la NASA.
La potente “kilanova” generó un brutal estallido de rayos gamma al que identificaron como GRB 230307A, y fue allí en donde identificaron el elemento químico telurio y posiblemente el yodo, necesario para gran parte de la vida en la Tierra.
“Poco más de 150 años desde que Dmitri Mendeleev escribió la tabla periódica de elementos, ahora finalmente estamos en condiciones de comenzar a llenar esos últimos espacios en blanco para comprender dónde se hizo todo, gracias a Webb”, señala Andrew Levan de la Universidad de Radboud en el Países Bajos y la Universidad de Warwick en el Reino Unido, autor principal del estudio.
“En épocas posteriores habría sido imposible estudiar esta kilonova desde la Tierra, pero estas eran las condiciones perfectas para que los instrumentos NIRCam (cámara de infrarrojo cercano) y NIRSpec (espectrógrafo de infrarrojo cercano) de Webb observaran este ambiente tumultuoso”, explica la NASA en su reseña de este descubrimiento.
“El espectro tiene líneas amplias que muestran que el material es expulsado a altas velocidades, pero una característica es clara: la luz emitida por el telurio, un elemento más raro que el platino en la Tierra”, añadieron.
Estos dos elementos pesados fueron en alguna época dos estrellas masivas comunes como nuestro Sol, pero con la diferencia de que juntas formaban un sistema solar binario, dentro de una galaxia espiral.