El Centro de Predicciones Climáticas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) informó que, con mucha posibilidad, el fenómeno meteorológico “El Niño” (ENSO, en inglés), que supone un calentamiento de las aguas superficiales del océano, continuará todo el invierno.
Según un informe publicado por la organización científica, existe un 62 por ciento de probabilidad de que este fenómeno dure, por lo menos, hasta la primavera —durante abril a junio de 2024— del hemisferio norte.
Del reporte se desprende que, durante el mes pasado, las temperaturas de la superficie del océano (SST, en inglés) a través Pacífico ecuatorial fueron indicativas de un ENSO “fuerte”.
“Basado en los pronósticos más recientes, existe una probabilidad mayor a 55 por ciento de que al, menos, un El Niño ‘fuerte’ este persistiendo hasta enero-marzo de 2024″, detalló la entidad con sede en Silver Spring, Maryland.
De igual forma, el “El Niño/Southern Oscillation (ENSO) Diagnostic Discussion” indica que existe una probabilidad de 35 por ciento de que este evento se convierta en uno “históricamente fuerte” para la temporada de noviembre a enero.
“Eventos más fuertes de El Niño aumentan la probabilidad de anomalías climáticas relacionadas con El Niño, pero no necesariamente equivale a impactos fuertes localmente”, aclaró la NOAA.
Durante el período de análisis, las anomalías en los vientos en los niveles bajos fueron del oeste en el Pacífico central este, mientras que las anomalías en los vientos en los niveles altos fueron del este en el Pacífico oeste y central.
¿Qué es el fenómeno “El Niño”?
El fenómeno “El Niño” es un patrón climático climático natural conocido como la Oscilación del Sur. Durante “El Niño” las aguas superficiales del océano se vuelven “inusualmente cálidas”, según la NOAA.
La duración del fenómeno puede variar, pero típicamente tiene una duración de alrededor de nueve a 12 meses, aunque no hay un periodo fijo para cada episodio.
En el Atlántico, por ejemplo, durante un evento de “El Niño”, las condiciones atmosféricas pueden volverse menos propicias para la formación y fortalecimiento de huracanes. En el Pacífico, por otro lado, puede tener un efecto opuesto.
El nombre “El Niño” se refiere al niño Jesús y se originó en Perú, donde los pescadores notaron que el fenómeno a menudo aparecía alrededor de la Navidad. La contraparte fría de “El Niño” es “La Niña”.