El juego es sinónimo de diversión, relajación, libertad y creatividad. Para los terapistas, el juego es una excelente herramienta para estimular el desarrollo cognitivo, psicomotor y del lenguaje en los infantes y niños.

Por eso, cada vez más, se recomienda utilizar juguetes con ciertas características para ayudarlos en su desarrollo, tan temprano como en la primera etapa de la vida. En el caso del habla y lenguaje, se espera que a los cinco años, el niño haya desarrollado las destrezas que utilizará por el resto de su vida, explicó Mariana Gómez, directora clínica del área de Patología y Lenguaje de Precision Health Centers. Próximos a realizar las compras navideñas, Gómez recomienda cinco tipos de juguetes ideales para la estimulación sensorial de niños entre cero y tres años.

Juego simbólico:

Tradicionalmente asociada a las niñas, la cocinita es un juguete que ayuda a practicar lo que se conoce como el juego simbólico. Los niños juegan algo “que es real”, así que utilizan la imaginación para practicar acciones que usualmente ven en su casa, como cocinar, fregar, guardar. Imagina que hay líquido o comida. Le permite conocer acciones que más adelante utilizará. Por eso, el juego simbólico se conoce como un prerrequisito para adquirir otras destrezas más adelante.

Causa y efecto:

Este tipo de juguete ayuda al cerebro a conectar la acción con la consecuencia. Oprimir un botón que genera un sonido o sale un muñeco. Gómez explicó que, en lo que refiere al habla y lenguaje, los menores aprenden a que, cuando hablamos, podemos obtener una respuesta de quien está escuchando.

Juguetes sonoros:

Ayuda a descubrir la asociación la imitación a través de la estimulación auditiva. La especialista recomendó libros con sonidos onomatopéyicos ambientales o de animales. Es más fácil decir mu, que vaca. Pero, a través del juego, logra asociar el sonido con la imagen del animal.

Rompecabezas de piezas grandes:

Con este juego, el niño pequeño se puede sentar y practicar la atención visual a una tarea específica que tome pocos minutos. Mover y acomodar las piezas le ayuda a desarrollar la tolerancia a durar más tiempo en una misma actividad. Este es un juego que también puede practicar con un adulto añadiendo la toma de turno. “Esta destreza es importante, porque el juego tiene un aspecto social y la idea es que, cuando juega con otras personas, debe poder esperar”, dijo la patóloga de habla y lenguaje.

Luces sensoriales:

Las llamativas luces de un juguete ayudarán al niño o niña a enfocarse en ese estímulo. Desarrolla la destreza visual, que también sirve para relacionarse con otras personas. Cuando otro habla, debemos prestarle atención mirándolo, haciendo contacto visual, no solamente escuchándolo.

“Este tipo de juguetes, al estimular la parte sensorial, les ayuda a prepararse para la escuela. También, si se estimulan los sentidos en juegos, les va a ayudar en sus rutinas cotidianas, como comer, bañarse o vestirse”, dijo Gómez. Además, les ayuda a organizar sus sentidos para que no estén desregulados cuando se enfrenten a su vida social.