Las festividades navideñas son momentos de celebración y alegría, pero también pueden traer consigo el riesgo de intoxicación alimentaria, una enfermedad causada por la ingestión de comida o agua contaminada con microorganismos patógenos, toxinas o productos químicos.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), cada año, durante la segunda quincena de diciembre, las personas tienden a mostrar más episodios relacionados a malestares estomacales e intoxicación por alimentación.
Los agentes causantes de la intoxicación alimentaria pueden incluir bacterias, virus, parásitos o toxinas producidas por microorganismos. Los síntomas típicos incluyen náuseas, vómitos, diarrea, fiebre, dolor abdominal y malestar general.
La gravedad de la intoxicación varía según el tipo de contaminante y la salud general de la persona afectada. En casos leves, los síntomas pueden ser molestos pero autolimitados, mientras que en casos más graves, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados, la intoxicación alimentaria puede ser peligrosa y requerir atención médica.
Evitar la intoxicación por alimentos
- Extremar la higiene en la preparación y conservación de alimentos: Durante las fiestas, la mesa se llena de platos cuya elaboración suele ser más compleja que la de los platos del resto del año, esto, junto con la manipulación de los alimentos, puede aumentar los riesgos de intoxicaciones. Cuidados con comidas sensibles, como pueden ser algunas elaboraciones como la mayonesa, sopas, pescados y mariscos que se convierten en potenciales focos de intoxicación alimentaria.
- Congelar los alimentos comprados y cocinados con anticipación: La congelación de pescados, mariscos y carnes es muy habitual en estos días. En estos casos, es crucial realizar esta congelación de manera inmediata y atender a las pautas adecuadas para asegurar la calidad nutricional de los alimentos y prevenir intoxicaciones.
- Organizar la nevera para evitar la contaminación cruzada: Es fundamental asignar espacios específicos a diferentes categorías de productos y mantener una separación clara entre ellos. Así, se reducen significativamente los riesgos de transferencia de microorganismos que pueden contaminar otros alimentos.
- Cuidado con los ingredientes en el caso de personas alérgicas: La atención a los ingredientes por parte de las personas que los cocinan se vuelve esencial para aquellos con alergias alimentarias.