China e India lograron alunizajes, mientras que los intentos de Rusia, Japón e Israel por hacerlo terminaron en el basurero lunar.
Ahora dos empresas privadas se apresuran para que Estados Unidos regrese a la Luna, más de cinco décadas después de que el programa Apolo concluyó.
Ello forma parte de una iniciativa apoyada por la NASA para iniciar entregas comerciales al satélite natural, luego de que la agencia espacial ha decidido enfocarse en volver a llevar astronautas allí.
“Son exploradores que van a la Luna antes que nosotros”, dijo Bill Nelson, administrador de la NASA.
Astrobotic Technology, con sede en Pittsburgh, será la primera al efectuar el despegue planificado el lunes de un módulo de aterrizaje a bordo de un cohete nuevo, el Vulcan, de United Launch Alliance. Intuitive Machines, con sede en Houston, tiene como objetivo lanzar un módulo de aterrizaje a mediados de febrero en un cohete de SpaceX.
Luego está Japón, que intentará alunizar en dos semanas. El módulo de alunizaje de la Agencia Espacial Japonesa —que lleva dos vehículos exploradores del tamaño de un juguete— despegó antes: compartió un lanzamiento en septiembre con un telescopio de rayos X que permaneció en órbita alrededor de la Tierra.
Si tiene éxito, Japón se convertirá en el quinto país en realizar un alunizaje. Rusia y Estados Unidos lo hicieron repetidamente en las décadas de 1960 y 1970. China ha alunizado tres veces en los últimos 10 años —incluso en la cara oculta de la Luna—, y regresará a la cara oculta a finales de este año para traer muestras lunares. Y apenas el verano pasado, India lo logró. Sólo Estados Unidos ha puesto astronautas en el satélite natural.
Alunizar sin chocar no es tarea fácil: apenas hay atmósfera para reducir la velocidad de una nave espacial, y por lo mismo, los paracaídas obviamente no funcionan. Eso significa que un módulo de aterrizaje debe descender usando propulsores mientras navega a través de acantilados y cráteres traicioneros.
El módulo de aterrizaje de ispace, la empresa de un millonario japonés, se estrelló en la Luna en abril pasado, seguido de uno de Rusia en agosto. India triunfó unos días después al alunizar cerca de la región del polo sur; fue el segundo intento de ese país después de que el primero se estrelló en 2019. El módulo de una organización israelí sin fines de lucro también chocó sobre la Luna en 2019.
Estados Unidos no ha intentado un alunizaje desde que Gene Cernan y Harrison Schmitt de la misión Apolo 17 —los últimos de 12 astronautas que caminaron en la Luna— exploraron la superficie gris y polvorienta en diciembre de 1972. Marte se tornó atractivo y la Luna se empequeñeció en los proyectos de la NASA, a medida que la carrera espacial entre Estados Unidos y la Unión Soviética llegaba a su fin. Washington siguió con uno o dos satélites lunares, pero ningún módulo de aterrizaje controlado, hasta ahora.
No sólo Astrobotic e Intuitive Machines intentan poner fin a la sequía de alunizajes de Estados Unidos, sino que compiten por el derecho a presumir el ser la primera entidad privada en aterrizar —suavemente— sobre nuestro satélite natural.
A pesar de su inicio tardío, Intuitive Machines tiene una ruta más rápida y directa, y debería aterrizar una semana después del despegue. A Astrobotic le tomará dos semanas el sólo llegar a la Luna, y permanecerá otro mes en la órbita lunar antes de intentar alunizar el 23 de febrero.
Si hay retrasos en el despegue de los cohetes, algo que anteriormente ya ha estancado ambas misiones, cualquiera de las dos empresas podría llegar primero.
“Va a ser un viaje emocionante, muy emocionante”, prometió John Thornton, director ejecutivo de Astrobotic.
Steve Altemus, su homólogo en Intuitive Machines, dijo que la carrera espacial tiene “más que ver con la geopolítica, hacia dónde va China, hacia dónde va el resto del mundo”. Dicho eso, “seguro que nos gustaría ser los primeros”.
Las dos empresas han estado en competencia directa desde que cada una recibió casi 80 millones de dólares en 2019 bajo un programa de la NASA para desarrollar servicios de entregas a la Luna. Actualmente hay 14 empresas que tienen contratos con la NASA.
El módulo de aterrizaje de 1,9 metros (6 pies) de altura y cuatro patas de Astrobotic, llamado Peregrine en honor al ave más rápida, el halcón peregrino, transportará a la Luna 20 paquetes de investigación de siete países, incluidos cinco de la NASA y un vehículo explorador del tamaño de una caja de zapatos de la Universidad Carnegie Mellon. Peregrine apuntará a latitudes medias en Sinus Viscositatis, o bahía de la Pegajosidad, llamada así por el magma de sílice que hace mucho tiempo formó los cercanos Domos Gruithuisen.
Nova-C, el módulo de aterrizaje de 4 metros (14 pies) de altura y seis patas de Intuitive Machines, tiene como objetivo la región del polo sur de la Luna, y también lleva cinco experimentos para la NASA que durarán aproximadamente dos semanas. La empresa apunta a los 80 grados de latitud sur para su alunizaje. Eso estaría dentro de la Antártida en la Tierra, señaló Altemus, y 10 grados más cerca del polo en donde India alunizó el verano pasado.
Los científicos creen que los cráteres del polo sur, permanentemente en la sombra, contienen miles de millones de kilogramos de agua congelada que podrían utilizarse para beber y producir combustible para cohetes. Es por eso que los primeros caminantes lunares del programa Artemisa de la NASA —que lleva el nombre de la hermana gemela de Apolo en la mitología griega— alunizarán allí. La NASA todavía tiene previsto ese lanzamiento en 2025, pero la Oficina de Rendición de Cuentas de Estados Unidos sospecha que ocurrirá más cerca de 2027.
Astrobotic se dirigirá al polo sur en su segundo vuelo, llevando al vehículo explorador Viper de la NASA, el cual buscará agua. E Intuitive Machines regresará allí en su segunda misión y entregará un taladro para hielo para la NASA.
Alunizar cerca del polo sur de la Luna es particularmente difícil.
“El polo sur es tan rocoso y escarpado, y lleno de cráteres y montañoso, que es muy difícil encontrar una región iluminada para descender de manera segura”, dijo Altemus. “Así que tienes que ser capaz de hacerlo con sutileza y que descienda bien en el lugar correcto”.
Si bien Houston ha estado vinculada con la exploración espacial desde hace mucho tiempo, Pittsburgh es una ciudad recién llegada a esta actividad. Para conmemorar a la llamada Ciudad del Acero, el módulo de alunizaje de Astrobotic llevará una ficha del parque de diversiones Kennywood, el ganador de una votación pública que superó a la Toalla Terrible de los Steelers en los partidos de fútbol americano, a tierra del Parque Luna del municipio Luna, y a un pin de pepinillo de la marca Heinz.
El módulo de aterrizaje también transporta las cenizas o el ADN de 70 personas, incluidos el creador de “Star Trek”, Gene Roddenberry, y el escritor de ciencia ficción Arthur C. Clarke. Otras 265 personas estarán representadas en la etapa superior del cohete, que orbitará al Sol una vez separado del módulo de alunizaje. Entre ellas están las de tres integrantes del elenco original de “Star Trek”, así como mechones de cabello de tres presidentes de Estados Unidos: George Washington, Dwight D. Eisenhower y John F. Kennedy.
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