La nomofobia, un término derivado de “no-mobile-phone phobia” (fobia al no tener el teléfono móvil), es una de las condiciones más comunes que afecta a personas de todas las edades, sin embargo, muchos desconocen que la padecen debido a la falta de conciencia sobre este término.
Esta condición se refiere al miedo irracional a estar sin el teléfono móvil o la imposibilidad de utilizarlo. Ya sea porque se descargó el celular, se dañó, no hay wifi, o datos, esto termina generando un estado de ansiedad y desesperación en la persona y lo saca de su equilibrio y tranquilidad.
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Señales de nomofobia
- Si prefieres estar en el celular y le dedicas cada vez más tiempo en lugar de estudiar, trabajar, salir con amigos o ver televisión, es porque padeces nomofobia.
- Si te sientes ansioso y estresado por no estar con tu teléfono, no tenerlo cerca, o tenerlo, pero no tener batería y no poder usarlo definitivamente padeces de esta afección.
- Otra forma de saber que padeces nomofobia es si miras mucho el celular para ver si te llegó algún mensaje o tienes una notificación.
- También puedes llegarte a sentir paralizado o con miedo al ver que no tienes el celular contigo, lo que resulta algo exagerado y preocupante.
¿Qué hacer si tienes nomofobia?
Tomar medidas para manejar la nomofobia es crucial para mantener un equilibrio saludable en el uso de la tecnología.
Los expertos recomiendan la terapia cognitivo-conductual, la cual puede ser muy efectiva para abordar la adicción al teléfono móvil y la nomofobia. Además, exhortan a fijar períodos específicos durante el día en los que te desconectes completamente del teléfono móvil puede ser beneficioso. Por ejemplo, puedes establecer una hora antes de acostarte para apagar el teléfono y evitar revisarlo por la noche.
Igualmente, practicar el “mindfulness”, que ayuda a estar más presente en el momento presente y a reducir la ansiedad relacionada con el teléfono móvil.
Otros consejos son: busca actividades alternativas que te brinden satisfacción y distracción, como hacer ejercicio, leer un libro, pasar tiempo al aire libre o socializar con amigos y familiares en persona. Asimismo, establecer zonas libres de tecnología en tu hogar o lugar de trabajo puede ayudarte a reducir la tentación de usar el teléfono móvil de forma excesiva.
