Salud

Ashly Carrasquillo, ejemplo de que la apariencia de la piel no nos define

La joven influencer y rostro de campañas publicitarias dialoga con Metro Salud sobre sus vivencias.

El vitíligo cambia el color de la piel, pero no altera la esencia de quien lo padece, ni debe ser obstáculo para alcanzar sueños y metas. Ese, en síntesis, es el mensaje que, desde hace algunos años, lleva Ashly Carrasquillo Burgos, de 27 años, y quien comenzó a tener señales de esta condición autoinmune a sus nueve años.

Hoy, convertida en una influencer o portavoz de esta comunidad de pacientes, siente la satisfacción de ver más personas con la condición que se sienten empoderadas y mucha más comprensión, empatía e inclusión entre el resto de la población. Ashly ha sido, además, la imagen de algunas líneas de belleza, dando otro paso al frente para superar estereotipos en este campo tan exigente.

“Me emociona mucho, porque crecí sin ver a mujeres con vitíligo en campañas. En nuestra generación eso se ve normalizado. No ven a personas con vitíligo, sino a mujeres”, comentó Ashly, quien actualmente es estudiante de Derecho en la Universidad de Puerto Rico. El vitíligo es una enfermedad cutánea por la falta de melanina, que es el pigmento de la piel. Quien la padece tiene manchas que pueden ir expandiéndose a través de los años. El vitíligo puede afectar cualquier zona, pero suele aparecer en los nudillos, la cara, el cuello y áreas de pliegues.

La joven de Corozal recordó que su trayecto para lograr aceptación propia y enfoque no siempre fue lineal. No le tomaron por sorpresa las primeras manchas en sus manos, pues su papá también tiene vitíligo. De acuerdo con estudios, entre un 20 % y 30 % de los pacientes tienen algún familiar con la condición. Pero sí le tomó tiempo superar crisis de autoestima propias de la adolescencia. Cuando se graduó de escuela superior, comenzó a viajar, agregar nuevas perspectivas a su vida y a ocuparse por sentirse bien con quien es.

“En la escuela me ponían sobrenombres y en esas interacciones comienzan mis perspectivas negativas. Luego, me voy dando cuenta que la opinión que cuenta es la que tengo sobre mí y me voy reconciliando”, destacó. En ese trayecto, Ashly completó un bachillerato en psicología y, más, tarde, una maestría en Relaciones Públicas y Comunicación. Su habilidad para comunicarse a través de las redes sociales la puso al servicio de la educación sobre el vitíligo ,desde donde convocó a mujeres y niñas para hacer comunidad.

“Cuando coincides con personas que padecen lo mismo, se crea un punto de empoderamiento. Creo en el poder de la comunidad para enfrentar enfermedades como esta, que son evidentes a la vista, pero también para aquellas que no lo son”, dijo la creadora de Vitiligo Spot, un espacio de educación en Instagram.

Aunque existen algunos tratamientos para atender la condición, como fototerapia o cremas con esteroides, Ashly decidió renunciar a ellos y concentrarse en atender otras condiciones que padece, como la psoriasis y tiroides. Para esas sí usa medicación. En cuanto a cuidados para su piel, utiliza permanentemente bloqueador solar, pues la sobreexposición al sol puede causarle enrojecimiento y quemaduras. Por lo demás, intenta mostrar su piel, siempre que le es posible, como una manera de inspirar a otras personas con la condición.

“Debemos ser amables con nosotros mismos. Cuando logramos ver la vida desde esa perspectiva macro, que es más allá de la piel, que eso nos define, entendemos que lo más importante es que estamos aquí para ser felices”, expresó. Puede seguir a Ashly en Instagram como @ashly_carrasquillo y @vitiligospot.

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