Una parte importante de tener una mascota es hacerse cargo de llevarlos al veterinario y mantener el cuidado de su salud, especialmente en lo que se refiere al calendario de vacunas, el que varía según la especie del animal y su edad.
En términos generales, tanto cachorros como gatitos deben comenzar a ser vacunados entre las 8 y 10 semanas de vida, por lo que el primer paso cuando se decide tener una mascota en casa es programar una visita al veterinario antes de pasar a esa etapa.
La mayoría de las vacunas se inyectan como parte de una serie, y un año después de la última vacuna de esa serie, tu perro o gato necesitará las de refuerzo correspondiente.
Cuáles son las vacunas básicas para perros y gatos según su edad
“Otro factor importante como tutor o dueño de una mascota es mantener en buen estado y llevar a cada consulta la libreta o cuaderno de vacunas -generalmente la entrega por primera vez el propio especialista-, ya que te permitirá llevar el registro de cada nueva dosis y las próximas fechas”, explicó al respecto Axel Haleby, médico veterinario de Purina.
En ese sentido, y dependiendo de cada contexto, estas son las inmunizaciones que el veterinario podría recomendar para tu cachorro o gatito:
PERROS
- A partir de las 6 semanas: Parvovirus +/- virus del distemper.
- 2 meses: Polivalente (parvovirus, distemper, parainfluenza, hepatitis +/- leptospira).
- 3 meses: Refuerzo de la vacuna polivalente.
- 4 meses: Refuerzo polivalente y vacuna contra la rabia.
- 12 meses: Refuerzos de vacunas polivalente y contra la rabia.
GATOS
- 2 meses: Trivalente (rinotraqueitis, calicivirus y panleucopenia).
- 3 meses: Refuerzo trivalente.
- 4 meses: Refuerzo trivalente y vacuna contra la rabia.
- 12 meses: Refuerzos de vacunas trivalente y contra la rabia.
¿Qué pasa si no vacuno a mi mascota?
No tener el calendario de vacunas al día expone a los animales a contraer diversas enfermedades, algunas de las cuales incluso pueden ser mortales.
En ese sentido, las más peligrosas son:
Parvovirus. Enfermedad viral que puede afectar seriamente el sistema digestivo. Se contagia de perro a perro, y sus síntomas incluyen vómitos, deshidratación, diarrea sanguinolenta, letargo, pérdida de apetito y debilidad. En casos severos puede causar la muerte.
Distemper. Es viral y compromete los sistemas respiratorio y digestivo, derivando en una serie de síntomas graves como vómitos, diarrea, tos, conjuntivitis, neumonía y encefalitis. En los casos más severos, esta afección puede tener efectos también en el sistema nervioso.
Rabia. Enfermedad viral que vulnera el sistema nervioso central. Es zoonótica, es decir, puede afectar a todos los mamíferos e indica que existe riesgo de ser transmitida de los animales a los humanos. Se adquiere a través de la saliva, por lo que una mordida o incluso un arañazo de un animal infectado basta para contagiar a otro.