La psicóloga clínica y directora del Centro Ponceño de Autismo (CEPA), Laura Deliz Bauzá, brindó este domingo una serie de recomendaciones para que las familias con niños con autismo y otros desórdenes del desarrollo puedan disfrutar y aprender durante el verano.
Deliz Bauzá detalló que el cambio en la rutina puede presentar muchos retos y cada niño, sin importar su diagnóstico, es único, por eso las actividades que se realicen deben adaptarse según sus necesidades e intereses particulares.
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“Una de las cosas más importantes es que se continúe con una rutina. Aunque en verano puede haber un ambiente más relajado, se debe mantener una rutina estructurada y horarios consistentes. Se deben planificar actividades divertidas y estimulantes como juegos sensoriales, manualidades, juegos al aire libre o visitas a parques y piscinas, según la tolerancia de los chicos”, recomendó.
De igual manera, indicó que es importante que se mantenga la comunicación con los terapeutas.
“Si tu hijo asiste a terapias, debe continuar sus visitas durante el verano, además de asegurarte de tomar las precauciones necesarias para proteger a los niños del calor durante las actividades al aire libre”, añadió.
La psicóloga clínica, quien posee una trayectoria de cerca de 30 años en el área de educación especial, evaluación e intervención de niños con desórdenes del neurodesarrollo y aprendizaje, también recomendó que se fomente la comunicación y el lenguaje a través de juegos interactivos, cuentos o tarjetas de comunicación.
“Lo más importante durante este tiempo es que el verano sea una época divertida y gratificante para toda la familia. Reconocemos que tener a los hijos todo el tiempo en los hogares puede ser complicado para muchas familias, pero es también una oportunidad para continuar desarrollando esos lazos de unión y disfrute”, sostuvo.
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Otras recomendaciones que compartió la experta fueron utilizar visualizaciones para preparar a los niños de antemano, introducir las nuevas actividades gradualmente y permitirle a los niños escoger entre diferentes actividades.
También, mencionó la utilización de apoyos visuales, desarrollar esas habilidades para tolerar la frustración, buscar entornos inclusivos y amigables, y finalmente, celebrar y reconocer los logros y el esfuerzo de los niños durante las actividades de verano.
En CEPA se ofrecen servicios desde el 2006 con el propósito de atender las necesidades de las personas con Trastornos del Espectro del Autismo (TEA) u otros desórdenes del desarrollo y sus familias.
