La industria de los celulares venía registrando cierta estabilidad en los precios de sus nuevos lanzamientos cada año. Después del descontrol que significó la pandemia, las compañías habían encontrado las ganancias para sostener los costos de los equipos de alta gama.
Sin embargo, todo parece indicar que en el 2025 tendremos un incremento significativo en el precio de los celulares de alta gama, que se avecinan de los fabricantes más populares de la industria.
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¿Qué está pasando? ¿Por qué todo parece indicar que los precios de los alta gama van a aumentar? Todo es culpa de la inteligencia artificial. El desarrollo de los mecanismos de aprendizaje automático, prácticamente instalados en todos los dispositivos actuales y futuros, requieren de un rendimiento más potente.
Esto se traduce en un chipset de mayor capacidad, que impulse mejor las interfaces de los celulares. Eso es bueno, si lo vemos desde el punto de vista del funcionamiento de los dispositivos. Tendremos mayor rapidez y avances tecnológicos en la palma de la mano.
Sin embargo, eso significa que el precio de los procesadores aumentará, y por ende el de los celulares.
El procesador que lo cambiará todo
El chipset que está llamado a cambiar todo es el Qualcomm Snapdragon 8 Gen 4, que ya se encuentra en pleno desarrollo. El procesador apunta a estar en los alta gama de las principales marcas del mundo de los celulares, lo que incrementaría el precio de los dispositivos que se lanzarán en el 2025.
Si consideramos que los dispositivos de la gama más alta actualmente rondan entre los USD $1.000 y USD $1.200 entonces este incremento podría elevar los precios de los buques insignia a su tope de especificaciones sobre los USD $1.500.
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El Snapdragon 8 Gen 4 se fabrica utilizando un proceso de 3 nm más costoso, incluye una nueva CPU Oryon y una unidad de procesamiento neuronal mejorada para mayor rendimiento y eficiencia. Así que el incremento de precio sería casi inminente.
No todo está perdido
Hay compañías que, queriendo preservar la cantidad de ejemplares vendidos, estudian asumir el incremento del costo de los procesadores y no aumentar el precio de los equipos, aunque eso significa que se tengan que resignar los márgenes de ganancias, según reseña Hipertextual.
