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Demencia en perros: ¿Cómo reconocer las señales y brindar el mejor cuidado a tu amigo?

Los canes pueden experimentarlo a partir de los 7 años

La demencia senil canina, también conocida como disfunción cognitiva canina , es un trastorno cerebral degenerativo que afecta a perros de edad avanzada. Si bien no existe cura para esta enfermedad, reconocer las señales a tiempo y brindar el cuidado adecuado puede mejorar la calidad de vida de tu peludo amigo y ayudarlo a enfrentar los desafíos de esta etapa con mayor tranquilidad.

Según World Organisation for Animal Health (WOAH) la demencia afecta a cualquier perro, independientemente de su raza, tamaño u peso. No obstante, según el portal de salud veterinaria, AniCura, la edad varía, pues los perros de raza grande tienden a mostrar signos a partir de los 7 años, los medianos desde los 9 años y los perros pequeños desde los 11 años.

¿Por qué ocurre esto?

La demencia senil en perros, también conocida como disfunción cognitiva canina (DCC), es un trastorno cerebral degenerativo que afecta a perros de edad avanzada. Si bien no se conoce la causa exacta de la DCC, se cree que es el resultado de una combinación de factores, incluyendo:

  • Envejecimiento cerebral: A medida que los perros envejecen, sus cerebros experimentan cambios naturales que pueden afectar la función cognitiva.
  • Daño celular: Los radicales libres y otras sustancias nocivas pueden dañar las células cerebrales, lo que puede contribuir a la DCC.
  • Inflamación cerebral: La inflamación crónica en el cerebro puede dañar las neuronas y las conexiones neuronales, lo que puede conducir a la demencia.
  • Enfermedades: Algunas enfermedades, como la diabetes, la enfermedad renal y la enfermedad hepática, pueden aumentar el riesgo de desarrollar DCC.
  • Genética: La predisposición a la DCC puede ser hereditaria, lo que significa que algunos perros son más propensos a desarrollarla que otros.

Síntomas:

Aunque cada perrito es un mundo distinto, los síntomas generalmente son:

Desorientación y pérdida de memoria:

  • Olvida rutinas: Comer, ir al baño, volver a casa después de un paseo.
  • Desorientación espacial: No reconoce lugares familiares, se choca contra objetos, se pierde en casa.
  • Dificultad para encontrar objetos: Comida, juguetes, cama.
  • Olvido de órdenes: Órdenes que antes conocía, trucos aprendidos.
  • Desconocimiento de personas o animales: Familiares, amigos, otras mascotas.

Cambios en el ciclo de sueño:

  • Dormir demasiado: Durante el día o en momentos inusuales.
  • Inquietud nocturna: Deambular, ladrar, aullar.
  • Desorientación al despertar: No sabe dónde está, se asusta.

Dificultad para aprender:

  • Olvida órdenes nuevas: Incluso si las repites muchas veces.
  • Le cuesta aprender nuevos trucos o habilidades.

Ansiedad e irritabilidad:

  • Inquieto y ansioso sin razón aparente.
  • Se muestra irritable o agresivo con personas o animales.
  • Puede ladrar o gruñir excesivamente.
  • Se esconde o busca lugares para estar solo.

Cambios en los hábitos alimenticios:

  • Pérdida del apetito: Come menos de lo habitual o deja de comer por completo.
  • Comer en exceso: Consume más comida de lo normal.
  • Dificultad para encontrar comida o agua: Olvida dónde están sus platos o bebederos.

Incontinencia urinaria o fecal:

  • Accidentes en la casa: Incluso en lugares donde antes no lo hacía.
  • No avisa para ir al baño: Orina o defeca en cualquier lugar.

Cambios en la interacción social:

  • Evita el contacto con personas o animales: Que antes conocía y disfrutaba.
  • Prefiere estar solo.
  • Parece desinteresado en las actividades que antes disfrutaba.

Comportamientos repetitivos:

  • Caminar en círculos: Sin un objetivo aparente.
  • Lamerse excesivamente: A sí mismo o a objetos.
  • Ladrar sin motivo: En diferentes momentos del día.

¿Cómo puedo ayudar a mi perro?

  • Establece una rutina predecible: Mantén una rutina regular de comidas, paseos y sueño para ayudar a tu perro a sentirse seguro y orientado.
  • Crea un ambiente seguro: Asegúrate de que tu hogar sea un lugar seguro y libre de obstáculos que puedan causar accidentes o lesiones.
  • Brinda estimulación mental: Juega con tu perro, enséñale nuevos trucos o dale juguetes que lo desafíen mentalmente.
  • Ten paciencia y comprensión: Es importante que seas paciente y comprensivo con tu perro, ya que puede estar confundido y desorientado.
  • Consulta con tu veterinario: Tu veterinario puede recetarle medicamentos para ayudar a controlar los síntomas de la demencia y profundice específicamente en tu perro.
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