Aproximadamente el 5 por ciento de los pacientes con artritis reumatoide necesitan cirugía de reemplazo articular. ¿Cuándo es necesaria una intervención quirúrgica y cuáles son las articulaciones más comúnmente operadas?
Una de las primeras señales para considerar esta opción es cuando el paciente no responde a otros tratamientos, como la medicación, y sus actividades diarias se ven afectadas, explicó Antonio Otero López, director del Programa de Ortopedia del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico.
Esta condición es parte del grupo de artritis inflamatorias o autoinmunes, cuyos efectos se manifiestan en todo el cuerpo. La artritis reumatoide afecta más específicamente las articulaciones, pero también puede causar daños en tejidos blandos, musculares, cardiacos y pulmonares. Los efectos en el cuerpo varían según el paciente. Unos pueden sufrir dolores articulares leves, mientras que otros experimentan la destrucción de sus articulaciones en edades tempranas. Dolor e hinchazón son los primeros síntomas. A diferencia de quienes padecen artritis degenerativa, el paciente con artritis reumatoidea sufre inflamación en todas sus articulaciones, señaló el especialista.
“Hay una variabilidad en la severidad. Hay ataques del cuerpo más severos que otros. La medicina ha tenido avances en la farmacología para tratar la condición (de artritis reumatoidea)” y el acceso temprano a estos medicamentos puede retrasar los efectos de la enfermedad dijo Otero López. Pero, cuando el paciente ha perdido forma y movilidad en su articulación, puede ser evaluado para una cirugía de reemplazo.
Otero López comentó que estos pacientes tienen una alta tolerancia al dolor. “Por eso, no podemos basarnos en el dolor para determinar cirugía”. Lo que observan los especialistas es si la persona presenta deformidad. En estos pacientes, el daño se ve principalmente en las rodillas, hombros o cadera. En las rodillas, por ejemplo, las deformidades se notan empiezan a juntarse o a separarse.
“Ese tipo de deformidad puede progresar aceleradamente. Entonces, la cirugía hay que hacerla a tiempo”, dijo el catedrático, quien realiza estos procedimientos en el Hospital Federico Trillas de Carolina. Lo que se reemplaza es la superficie de la articulación afectada.
Cuando se decide operar, es esencial la comunicación constante entre el reumatólogo y el cirujano ortopédico que atienden al paciente. Dado que la condición puede progresar rápidamente, la colaboración permite una intervención quirúrgica oportuna y el uso adecuado de los medicamentos. Además, el orden de los reemplazos debe ser cuidadosamente planificado para maximizar los beneficios para el paciente. Es decir, que el paciente de artritis reumatoide puede tener varios reemplazos de ser necesario. El uso de tecnologías como CT Scan y asistencia robótica ayudan a obtener mejores resultados.
Luego de este tipo de cirugía, es recomendada la terapia física y un programa de ejercicio de por vida. Otero López señaló que el resultado de los reemplazos de articulaciones depende mucho del esfuerzo y voluntad del paciente en la terapia física. “Este paciente, al tener una tolerancia al dolor, es de los que más se esfuerza y su mejoría es dramática”, expresó.