La temporada navideña es una llena de luces, festividades y tradiciones donde se comparten momentos mágicos con los seres queridos. Sin embargo, para algunas parejas, esta época del año también puede desencadenar tensiones y discusiones.
El estrés de las compras, la planificación de las celebraciones, las expectativas no cumplidas o simplemente la presión de pasar tiempo con la familia puede generar conflictos que empañan la felicidad.
PUBLICIDAD
En lugar de dejar que las diferencias arruinen el espíritu festivo, es posible tomar medidas para prevenir los desacuerdos y fortalecer la relación durante estos días tan significativos.
Cuatro claves para no terminar la relación
Lleguen a acuerdos
Es importante que traten de llegar a acuerdos, en lugar de reclamarse y discutir, por lo que es importante que hablen mucho.
Tanto tu pareja como tú deben ceder y llegar a acuerdos del tema que sea el causante de la discusión y así puedan conseguir un equilibrio en el que ambos estén felices y satisfechos.
No minimicen las necesidades del otro
PUBLICIDAD
Puede que tú creas que tienes razón o que tu pareja piense lo mismo, pero no deben minimizar las necesidades y deseos del otro, ambos sentimientos son válidos.
No dejes que tu pareja te haga sentir que lo que tú quieres no vale, y tampoco lo hagas tú, por lo que lo mejor es que conversen y arreglen las cosas.
No dejes la familia opine
Otra clave para no dejar que esta época acabe con tu relación es no permitir que su familia ni la tuya se metan en las discusiones ni opinen.
No hay nada peor que las opiniones de terceros en las discusiones y más en temas de Navidad, así que manténganse al margen y si alguien quiere opinar no lo permitan, resuélvanlo ustedes solos.
Prioriza a la pareja
Es importante que sepan que siempre tienen que priorizar a la pareja y no a las familias, pues muchas veces las discusiones comienzan o empeoran por el estrés o presión de complacer a las familias.
Pero, cuando estás en una relación deberían hacer lo que los haga felices a ustedes y no complacer a nadie.